Crece la preocupación entre las autoridades caleñas debido al incremento de casos delictivos con presencia de menores de edad en los primeros seis meses de 2016.
De acuerdo con cifras entregadas por el Sistema de Responsabilidad Penal de Afrodescendientes, SRPA, del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, hasta el 27 de junio de este año, 629 menores han sido aprehendidos por diferentes delitos en la capital vallecaucana.
De acuerdo con las autoridades, los menores están relacionados con bandas delincuenciales y de cobro, por lo que muchos de ellos han sido llevados a correccionales.
Sin embargo, el ICBF precisó que no todos los aprehendidos están en estos centros de reclusión, ya que muchos pudieron haber recibido el beneficio de realizar servicio social y otros simplemente fueron puestos en libertad.
Los problemas sociales y el desconocimiento de las normas, ya que creen que por ser menores de edad las penas no recaerán sobre ellos, son las principales causas que llevan a que sean más los jóvenes que se presten para cometer actos delictivos.
Datos de la Policía Metropolitana de Cali, solamente ellos han dado con la captura de 486 de ellos, en su gran mayoría, por los delitos de hurto, tráfico y porte de estupefacientes y armas de fuego; solo algunos relacionados con homicidios.
El ingreso a pandillas, especialmente al oriente de la ciudad, también es uno de los factores que ayuda a incrementar esa cifra, pues de acuerdo con Jhon Arley Murillo, en entrevista con el periódico El País, "están ingresando por recibir un salario o simplemente una moto para delinquir".
Por último, el Director Regional del ICBF aclaró que se deben seguir fortaleciendo los programas de resocialización de estas personas, ya que solamente el 65 por ciento de ellos comienzan un nuevo proyecto de vida y no recaen en la delincuencia, con una cifra alta del 35 por ciento que sí lo hace.
