La noticia cayó como un balde de agua tibia para muchos colombianos y representantes del Gemio de bares, que les dejó un sinsabor, la autorización del Ministerio del Interior para reabrir los establecimientos nocturnos sin la venta de licor, causó sorpresa, incredulidad y cierta dosis de ironía en Cali.

Y es que, ¿Cómo sería la apertura de un restaurante que no pueda vender alimentos? ¿O de un aeropuerto que no pueda transportar pasajeros? inclusive, ¿La apertura de un motel que prohíba el encuentro íntimo?

Pues bien, la naturaleza de un bar es precisamente el espacio donde se vende y se consume licor.  Resulta que un bar se llama así, porque del inglés es la abreviatura ‘the beer alcohol room’ o sala de cerveza y alchool.

A lo anterior, Manuel Pineda, presidente de Asobares y Acoe, explica que el 100% de los ingresos de los bares derivan de la venta de bebidas embriagantes. Para muchos propietarios, la medida de prohibición es como dice el Bobby Valentin, un long play sin el rotito o una nevera sin frízer.

El covid ha sido un detonante, para una economía frágil. Más del 40% de bares cerraron.

La pandemia del Covid- 19 ha recaído fuertemente en la economía de Cali; debido a la normativa que dictó cuarentena en toda la ciudad, los establecimientos de bares y lugares nocturnos debieron cerrar sus puertas hace poco más de cinco meses.

¡La calle está dura! Eso lo saben los cerca de 1.500 negocios de diversión nocturna en Cali que han tenido que cerrar sus puertas por los efectos devastadores dejados por el coronavirus.

Sin embargo, algunos temen que con el anuncio del Ministerio la cura resulte más mala que la enfermedad. El Noticiero 90 Minutos, punzó la opinión de varios propietarios de estos negocios.

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Con sabor agridulce…

La prohibición de venta y consumo de alcohol en los establecimientos dejó un sinsabor en los propietarios, que no asimilan la normativa, pero que deben aceptarla.

“Nosotros recibimos la noticia con mucha alegría y esa alegría contrasta un poco con el saber que no vamos a poder vender licor. Entendemos la situación de salubridad, sabemos que es un decreto en pro de la misma salud de la gente, pero igual, estamos a portas de abrir después de casi 6 meses sin hacerlo, e invitamos a todos nuestros seguidores a nuestros bailadores, que nos acompañen en esta nueva rutina en esta nueva dinámica” dijo Carlos Ospina, propietario de ‘La Topa Tolondra’.

Algunos propietarios de bares esperan que esta puerta del dolor por la que han transitado, ya esté llegando a su fin y que septiembre abra la esperanza de reabrir estos negocios en los que muchos caleños curan sus penas con rumba.

“Esperamos que para el próximo decreto que esperamos que salga para el 1 de septiembre, ya hayan normalizado y hayan estructurado la venta de licor dentro de los establecimientos, dado que esta actividad comercial depende casi del 100% de esta venta” explicó Manuel Pineda, presidente de Asobares y Acoes.

Quien, además, pide al presidente Duque, considerar eliminar en un corto plazo, la prohibición del expendio de bebidas alcohólicas.

“Abrir un bar sin licor es como abrir una panadería sin pan, por eso le pedimos al Gobierno Nacional que nos regule ya esta actividad y que empecemos esta apertura con los pilotos en las ciudades.

Al mismo tiempo, expertos reiteran la pertinencia realizar correcciones al decreto. “Consideramos que es un paso en la dirección correcta. Pero, tenemos una duda inmensa y resulta que un bar es el espacio donde se consume cerveza y alcohol, entonces, tal vez las personas que diseñaron esa circular no tuvieron en cuenta la naturaleza al tipo de establecimiento, al cual le están apostando los pilotos” Alejandro Vásquez, consultor en temas nocturnos y turismo.

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Prefieren no abrir

La apertura que bares sin venta de licor puede incluso dejar en la quiebra a muchos de estos establecimientos, ya que tendrían que comenzar a pagar el 100% del canon de arriendo, servicios públicos, empleados y proveedores.

Por eso, algunos afirman que prefieren no abrir sus establecimientos hasta que se cuente con todas las garantías para aperturar.

“Estamos en total desacuerdo, pues no tiene sentido, ir a un sitio y sentarse con la pareja o un grupo de amigos y tomar coca cola. Creo que es una situación muy difícil… Es prudente esperar un tiempo y poder contar con ustedes, pero con todas las garantías que podemos darle al cliente” de acuerdo con Alberto Aguirre, propietario de ‘Pecos Bill Taberna’.

Los mismos, aseguran que al igual que otros sectores, estos establecimientos nocturnos ya adoptaron todas las medidas de bioseguridad sugeridas por las autoridades de salud.

Asobares advierte que más de 50 mil personas obtienen ingresos de esta actividad y por eso esperan que para septiembre se regularice la apertura y venta de licor en estos negocios.

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