A pesar de que Barranquilla está de fiesta, el encargado de poner el espectáculo en la noche del miércoles fue el Deportivo Cali quien con un contundente 2-1, logró su segunda victoria en lo que va corrido de la Liga Águila.
Los dirigidos por Fernando el Pecoso Castro llegaron a la capital del Atlántico con la motivación de la victoria conseguida el domingo pasado ante Equidad y con ganas de seguir sumando, además, de entregarle un triunfo al profe Castro quien se encontraba de cumpleaños.
Sin embargo, muy temprano un remate de Mauro Manotas, que no fue bien controlado por el portero uruguayo Ernesto Hernández, hizo creer que el carnaval en la cancha del Metropolitano iba a ser entregado por parte del conjunto local.
Pese a ello, los azucareros no bajaron la guardía y empezaron a generar algunas opciones de gol que poco a poco acercaban más la paridad del marcador. Solamente hasta el minuto 15, cuando en una buena jugada colectiva que inició Carlos Guazá por derecha, pasando por los pies de Harold Preciado, fue finalizada de buena manera por el volante Juan David Cabezas, decretando el empate.
Así, los dirigidos por el Pecoso, se adueñaron de la posesión del balón y en remetidas ocasiones, inquietaron el pórtico del portero de la U. El primer tiempo terminó con igualdad en el marcador.
Para la segunda parte el ánimo no fue distinto, y aunque se vio a un Uniautónoma con más decisión de buscar volver a ponerse en ventaja, era el Deportivo Cali quien manejaba los ritmos del partido y proponía las opciones más claras de gol.
Fue por eso, que apenas iniciando los últimos 45 minutos, nuevamente Miguel Murillo se hiciera presente en el marcador anotando el segundo gol del Deportivo Cali en el partido y su segundo tanto en lo que va corrido del torneo.
Desde ahí, no fueron mayores las aproximaciones de bando y bando, y con un buen manejo del balón en la mitad de la cancha, el conjunto verdiblanco logró mantener el resultado y conseguir su segunda victoria en el torneo, alcanzando siete unidades y permaneciendo en lo más alto de la tabla.
El hecho curioso de la noche llegó a pocos minutos del final del encuentro, cuando el técnico azucarero, Fernando el Pecoso Castro, se exaltó con el cuerpo médico de la Cruz Roja y fue él quien salió corriendo en busca de la camilla, tras una falta que le habían cometido a Carlos Guazá.
Esta reacción, provocó que el árbitro del compromiso lo expulsara del banquillo, lo que le impedirá el próximo domingo, dirigir desde la líneas cuando enfrente en condición de visita al Tolima en Ibagué.
