Aves y humedales de Jamundí conservación y desarrollo local sostenible

Redacción Noticiero 90 Minutos

hace 2 años

Aves y humedales de Jamundí conservación y desarrollo local sostenible

Por: German Morales, Docente y director de la Escuela de Turismo,
Universidad Autónoma de Occidente. gmorales@uao.edu.co

Fotografías: Julio Cesar Calderón López

En una agónica tragedia para nuestra naturaleza llamada progreso, que los sobreexplota y los observa desde lejos sin que la solución a esta desmedida depredación de sus fuentes y servicios ecosistémicose vea como la luz al final del túnel de la conservación y el uso sostenible de los mismos. Esta es la realidad de los Humedales del País que de a poco se nos van quedando en los recuerdos y que de a poco vamos salvado uno que otro, que se va declarando como patrimonio natural y cultural de nuestra sociedad y se incorporan a Sistemas de Áreas protegidas que salvaguardan la vida y sus servicios ecosistémicos.

Pues aquí en el Valle del Cauca, interandino y reconocido así por el gran y majestuoso río Cauca que lo cruza de Sur a Norte y que, desde épocas de antaño en sus periodos de invierno, inunda a este valle geográfico como una gran sabana de humedales y ecosistemas acuáticos como lo son madre viejas, meandros, lagunas, lagos y en general ecosistemas húmedos que dan razón de ser a este terruño valluno. Esa ha sido una de las grandes bendiciones para esta tierra vallecaucana, que en cada creciente del Cauca los suelos se limpia y se enriquece con nutrientes traídos por el río, que después en baja aguas renace con la fertilidad de una tierra bendecida por la naturaleza que lastimosamente poco hemos apreciado,

y por ello, hoy el río sufre las consecuencias de una sociedad vallecaucana que no ha logrado entender lo que su majestuosidad de selección natural nos regala y significa para nuestra propia supervivencia.

Esta red de Humedales que es el río Cauca tiene grandes retos y presiones pues hoy es común ver el interés por secarlo para colonizarlo con viviendas, ganadería, agricultura, una industria arcaica, extractivista y altamente contaminante y todo tipo de actividades humanas, que no logran entender que el río es vida, es bienestar, es estabilidad climática, es ecosistemas estratégicos y es comunidades rivereñas que, desde la pesca artesanal o la explotación de subsistencia, tratan que esta fuente de vida no se nos muera. En este imaginario, son cada vez más significativas las acciones de algunos que no queremos que este río y su importante red de humedales se nos vaya para siempre, y que pueda de verdad y en serio, llegar a ser un legado muy significativo para nuestras futuras generaciones, entre otras en el alma de eso llamado sostenibilidad territorial.

En este escenario de buenas intenciones, en el río Cauca y su red de humedales los esfuerzos nos han llevado a considerar una tutela impulsada desde el congreso para que sea sujeto de derecho colectivo, una gran apuesta por esta meta de la sostenibilidad, así mismo, vemos a nuestras instituciones y comunidades anfibias interesadas en salvaguardar este patrimonio ambiental y desde luego su red de humedales. No en vano, un gran humedal como la Laguna de Sonso ha sido declarada como ecosistema Ramsar para que la tierra de nuestro Buitre de Ciénega no desaparezca, si allá donde Omaira, Jair y los amigos de la Laguna de Sonso y sus pescadores artesanales que en cada faena se van dando cuenta que deben seguir luchando para que su sustento y vida no se queden en el olvido. Por eso se la jugaron porque Sonso sea un humedal de valor internacional y así es que poco a poco desde el trabajo colectivo y de gobernanza social el Valle del Cauca logra, equilibrar la mirada de nuestro territorio más allá de lo económico productivista del siglo XVIII y empezamos a aterrizar en la economía ambiental, de negocios verdes y de sostenibilidad territorial del siglo XXI.

Esta riqueza de humedales y de sitios de gran interés ecosistémico, social y cultural para el departamento, se ve reflejado todo el tiempo en la gran diversidad y servicios que estas zonas le brindan a nuestra sociedad vallecaucana. Pero hay un momento muy especial del año cuando vemos como los cielos de muchas de nuestras lagunas, meandros, madres viejas y como los planos de lodo, los lotos, el buchón, los planos arenosos entre otros se llenan de vida que viene desde muy lejos, si señores, son las aves migratorias, que llegan en bandada y que esperan que en bandada las recibamos con los brazos de la conservación abiertos para decirles bienvenidas viajeras del mundo natural.

Llegan por miles, los patos, gaviotas, gaviotines, Phalaropos, chorlitos, rayadores, Garzas, Iguazas entre otras muchas especies que viajan desde el Norte y el Sur huyendo del invierno y llegando a este paraíso tropical para pasar la navidad con nosotros, creen ustedes que podría haber un mejor regalo de navidad para nuestro país que estas viajeras del mundo natural. Pues para un puñado de colombianos y colombianas que las admiran, que las estudian desde la ornitología, o que las siguen en su hobby de avistarlas en el tradicional pajareo, es el mejor regalo de navidad, un regalo que llega directamente desde la creación o la selección natural pero que encierra la magnificencia única de la naturaleza.

Pues aquí, en nuestro Valle geográfico del río Cauca llegan por montones estas viajeras del mundo natural, aquí organizaciones como nuestros amigos de Calidris las han estudiado por más de 20 años, aquí las universidades de la ciudad de Cali las han investigado y conservado desde sus apuestas ornitológicas, pero igual hoy existen procesos comunitarios, y de alianzas públicas y privadas que las están conservando desde la puesta en valor a través de los negocios verdes, el turismo de naturaleza y el conocido Turismo de Avistamiento de Aves coloquialmente conocido como Aviturismo. Es decir que, desde el avistamiento de aves, con elementos como los de la investigación,

la conservación, la educación ambiental y los negocios verdes se esta monitoreando no solo las aves que nos visitan y que viven en estos lugares maravillosos, sino que se esta garantizando la conservación de su hábitat natural como son los humedales para lograr que su vuelo no se detenga y no desaparezca para siempre.

Y hay un lugar en la geografía vallecaucana a orillas del río Cauca, donde todavía se conserva una red de humedales de ensueño en el municipio de Jamundí, donde desde el liderazgo de sus comunidades locales y de ese gomoso de las aves, guía profesional y tal vez uno de los mejores del País como es Julio Caldearon, se le puso no solo el ojo sino el corazón y el alma a conservar los humedales de Jamundí, a través del avistamiento de aves. Ahí por momentos hace presencia la administración municipal que de vez en cuando y por la insistencia de la comunidad campesina y afro, los pescadores artesanales, las comunidades afro y la insistencia de Julio se ha creado y han diseñado una Ruta de Aves y Humedales, sencillamente Fantástica, Majestuosa y Natural. Una ruta que te deja observar la integración entre comunidad, instituciones y operadores de turismo que poco a poco van encontrando esta maravilla de la naturaleza y que se acercan para conocer su valor y para conservar su potencial de servicios ecosistémicos.

La ruta de Aves y Humedales en Jamundí Valle del Cauca, integra además los humedales donde hoy se produce el arroz de Blanquita con una idea que han llamado Las alas del arroz, arroz de conservación y por ello vale la pena apoyarlos y acompañarlos. Grande Arroz Blanquita y Calidris por esta idea tan sostenible como su función ecológica, una ruta que integra, además, las comunidades aledañas a la Madre vieja Guarino y que llega hasta una experiencia de aves y agroturismo a orillas del río Cuaca. En esta ruta hay un factor constante y es que aquí en Jamundí Valle del Cauca las comunidades están mirando al humedal como la fuente de subsistencia a través de un turismo de Avistamiento de Aves que debe ser de conservación y para las comunidades locales.