Cómo evitar manchas en la ropa blanca es una pregunta que constantemente se hacen las personas. Debido a que, después de cierto tiempo, suele volverse amarillenta, sobre todo si no se lava de la manera correcta.
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Además, es una de las prendas más comunes y suele usarse de manera muy frecuente. Por lo tanto, tenga en cuenta estos consejos para evitar que su ropa blanca se convierta en amarilla:
Técnicas lavar la ropa blanca
- Elija un detergente específicamente para ropa blanca: Estos contienen agentes blanqueadores que preservan el color sin dañar el tejido.
- Use agua oxigenada: Combine media taza de agua tibia con media taza de agua oxigenada y vierta la mezcla en el compartimento de lavado y después ponga la ropa al sol.
- Prueba con limón y sal: En un recipiente, exprima el jugo de dos limones y agregue una cucharada de sal y mézclelo hasta que se revuelva. En otro recipiente con agua tibia, sumerja la ropa blanca y eche la mezcla. Se recomienda dejarla en remojo cerca de dos horas.
- Vinagre blanco: Combine media taza de vinagre blanco con la mitad de la cantidad de detergente que usa por lo general; luego, vierta la mezcla en el espacio de la lavadora que es específicamente para la ropa blanca y continúe el ciclo de lavado correspondiente.
- Bicarbonato de sodio: Esparza bicarbonato de sodio en las áreas afectadas y con un limón frote lo suficiente hasta que suelte jugo. Después lave con agua tibia.
- Leche cruda: En un recipiente, ponga la ropa blanca y cúbralo con leche cruda. Posteriormente, deje reposar en menos de dos horas y lave como usualmente suele hacerlo.
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Consejos para evitar las manchas amarillas
Siga estos pasos para evitar manchas en la ropa blanca:
- Divida las prendas: Separe la ropa blanca de las prendas de color para que no haya transferencia de color y siempre contengan su tono original.
- Blanqueadores: En casos donde las manchas parecen difíciles de salir, utilice por blanqueadores no clorados, puesto que estos son mucho menos agresivos y no provocan ese color amarillamiento.
- Guárdelos en un buen lugar: Deposite su ropa blanca en un lugar fresco y seco, lejos de la luz directa del sol cuando no esté en uso para evitar el amarillamiento.
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