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Investigaciones alertan de peligrosos componentes en productos íntimos femeninos

Investigaciones alertan de peligrosos componentes en productos íntimos femeninos

Tomado de Pixabay.

Recientes estudios revelaron que los tampones y otros productos menstruales contienen plomo, arsénico y sustancias químicas potencialmente tóxicas. Investigaciones han descubierto la presencia de metales pesados y compuestos como: 

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Además, estos químicos pueden alterar el sistema endocrino, afectando el desarrollo sexual, el metabolismo, y otros procesos corporales esenciales. 

En consecuencia, una persona que menstrúa usará aproximadamente 11.000 productos menstruales a lo largo de su vida reproductiva, equivalente alrededor de cinco años.

Por tal motivo, la detección de plomo y arsénico en estos productos plantea serias preocupaciones, especialmente porque no existe un nivel seguro de exposición al plomo, según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos.

Sin embargo, el estudio liderado por Kathrin Schilling, de la Universidad de Columbia, analizó 30 tampones de 14 marcas diferentes. Donde encontraron un promedio de 100 nanogramos de plomo y 2 nanogramos de arsénico por gramo de tampón. 

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Aunque los niveles detectados eran bajos, la exposición a estos metales a través de productos menstruales aún no está completamente comprendida. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) está evaluando estos hallazgos para determinar cualquier riesgo potencial para la salud.

¿Cuál es el impacto de los productos menstruales en el cuerpo?

Anna Pollack, de la Universidad George Mason, destacó que el tejido vaginal es altamente permeable, lo que podría facilitar la absorción de estos metales y químicos en el cuerpo. 

A pesar de la preocupación, Pollack insistó a no dejar de usar productos menstruales, pero recomendó estar atentos a futuras investigaciones. 

Productos orgánicos vs. No orgánicos

Por otro lado, el estudio reveló que los tampones orgánicos tenían niveles más altos de arsénico, mientras que los no orgánicos contenían más plomo. 

Es por esto, que los hallazgos subrayan la necesidad de comprender mejor cómo los materiales y procesos de fabricación influyen en la presencia de contaminantes.

La contaminación de los productos menstruales podría originarse en el suelo, el agua y el aire contaminados, así como en procesos industriales. Los metales pesados y químicos como los PFAS pueden ser absorbidos por las plantas utilizadas en la fabricación de estos productos, como el algodón y el rayón.

Impacto en la salud de los productos femeninos

No obstante, los ftalatos, presentes en productos como champús y juguetes, se han relacionado con problemas reproductivos. Mientras que, los PFAS están asociados con trastornos hormonales y metabólicos, mayor riesgo de cáncer de riñón y niveles anormales de colesterol. 

Aunque la presencia de estos químicos en productos menstruales no implica automáticamente un riesgo para la salud, su potencial impacto sigue siendo objeto de estudio.

Recomendaciones para el uso seguro

La FDA y los fabricantes recomiendan no usar tampones durante más de ocho horas para evitar el síndrome de shock tóxico.

También se aconseja cambiar los tampones cada cuatro a ocho horas y usar el nivel de absorción más bajo posible. Si se experimentan síntomas como fiebre alta, mareos o erupciones, se debe buscar atención médica inmediata.

La comunidad científica continúa investigando para proporcionar más información sobre la seguridad de los productos menstruales y cómo proteger mejor la salud de los consumidores.

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