La higiene de las manos es una de las medidas más importantes para prevenir la transmisión de enfermedades infecciosas.
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Lavarse las manos con agua y jabón, y secarlas adecuadamente, ayuda a eliminar la suciedad, grasa y microorganismos que pueden causar infecciones.
Estudios han demostrado que los secadores de aire caliente pueden dispersar y transferir más gérmenes a las manos que otros métodos de secado como las toallas de papel de un solo uso.
Esto se debe a que el efecto de aerosol del secador puede propagar bacterias y esporas presentes en el aparato.
Una higiene de manos adecuada, incluyendo un secado correcto, es fundamental para proteger la salud tanto de pacientes como de personal en entornos médicos y de la comunidad en general.
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Un estudio universitario se refiere a la higiene de manos
Según un artículo publicado en el portal web de BBC, los científicos de la Universidad de Leeds, Reino Unido, el Hospital Saint-Antoine de París, Francia, y la Universidad de Udine, Italia encontraron que estos dispositivos; dispersan cantidades alarmantes de bacterias de las manos de otros sobre la superficie y en el aire del lugar.
La explicación a esto radica en que, muchas personas no se lavan las manos correctamente y al secarlas con estos secadores de aire esparcen bacterias por todas partes.
La investigación se realizó en los hospitales de tres ciudades: Leeds, Paría y Udine, durante un período de 12 semanas.
En cada lugar se seleccionaron dos baños para uso de pacientes, personal hospitalario y visitantes. En cada uno se instalaron un secador y toallas de papel.
Según el artículo, se tomaron muestras del aire y de las superficies todos los días, durante cuatro semanas. Después de una pausa de dos semanas, se hizo un cambio en los baños para que ofrecieran solamente una de las dos maneras para secarse las manos y volvieron a tomar muestras.
Los cultivos que recogieron de esas muestras revelaron una concentración de bacterias en el aire y en las superficies muchísima más alta en los baños donde solo había secadores de aire a chorro.
Por lo tanto, los expertos concluyeron que en contraste es mejor utilizar toallitas de papel que secadores de aire; pues las toallas de papel absorben el agua y microbios restantes en las manos y, si se desechan correctamente, hay menos potencial de contaminación.
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