El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que afecta a millones de personas en todo el mundo. Aunque no existe una cura definitiva, diversas investigaciones han demostrado que ciertas actividades pueden ayudar a prevenir su desarrollo y mantener el cerebro saludable.
Asimismo, incorporar hábitos en la rutina diaria puede ser clave para proteger la función cognitiva.
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Uno de los principales es el ejercicio físico. Estudios han demostrado que la actividad física regular mejora la salud cardiovascular, lo que a su vez protege la función cerebral.
Ahora bien, según la Alzheimer’s Association, el ejercicio regular puede reducir el riesgo de la enfermedad en hasta un 50%. Actividades como caminar, nadar o practicar yoga son excelentes opciones.
Mantenerse mentalmente activo también ayuda
Ahora bien, para prevenir el Alzheimer es necesario tener en cuenta que, el cerebro, al igual que cualquier otro músculo, necesita ejercitarse. Participar en actividades que desafíen la mente puede ayudar a mantener la función cognitiva.
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Justamente, investigaciones de la Universidad de California, Berkeley, han demostrado que actividades como leer, escribir, resolver crucigramas y aprender nuevos idiomas pueden reducir significativamente el riesgo de Alzheimer. Por ende, mantenerse mentalmente activo promueve la neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para adaptarse y formar nuevas conexiones.
Asimismo, hay otras actividades:
- Comer con la mano no dominante
- Intentar vestirse con los ojos cerrados: Impulsando la memoria para ubicar camisetas, pantalones o ropa interior.
Seguir una dieta saludable
La dieta juega un papel crucial en la prevención del Alzheimer. La dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, granos enteros, pescado y aceite de oliva, ha sido asociada con un menor riesgo de desarrollar la enfermedad.
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Ahora bien, el "Journal of the American Medical Association" en 2015 encontró que las personas que siguen esta dieta tienen un 54% menos de riesgo de padecer Alzheimer.
Mantener relaciones sociales activas
Las interacciones sociales también son importantes para la salud del cerebro. Estudios han demostrado que las personas con redes sociales activas tienen menos riesgo de desarrollar demencia.
Participar en actividades comunitarias, mantener amistades y tener un apoyo social fuerte puede mejorar la salud mental y emocional.
Igualmente, el sueño es vital para la salud cerebral. Durante el descanso, el cerebro elimina toxinas que se acumulan durante el día. La falta de sueño puede aumentar la acumulación de placas beta-amiloides, una característica del Alzheimer. Un estudio de 2018 de la Universidad de Washington sugiere que dormir bien podría ayudar a prevenir la enfermedad.
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