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Adiós a Pupy Cantor, 'El callejero' de la salsa

Adiós a Pupy Cantor, 'El callejero' de la salsa

Por Gerardo Quintero Tello

“No te enamores de mí, no te enamores de mí
Porque yo soy de la calle
Y no quiero herir a nadie
Ni que me echen culpa a mí

No quiero herir tu corazón,
Tu belleza no es para mí
Es que no quiero dulce amor que te enamores de mí”

Anthony Torres Rosa Jr no fue un cantante cualquiera. Pupy Cantor, como lo conocimos todos, siempre será para nosotros ‘El Callejero’, el artista que se reconocía 'del barrio' y el que pedía conscientemente que mejor no se enamoraran de él.

“Soy callejero
Y adorarte no puedo
Pues yo soy de la calle
Y mi tiempo es sereno”

Tal vez todos fuimos callejeros alguna vez. Tal vez todos cantamos a coro este tema, mientras algún amor nos hacía sufrir, llorar o soñar. Seguro, por eso, Pupy Cantor siempre estuvo en nuestra memoria. No teníamos que verlo o escucharlo todos los días para saber que él hacía parte de nuestra banda sonora.

Y eso fue desde que lo conocimos cuando vino por primera vez con su gran maestro, el legendario Willie Rosario. Con una banda increíble, de la que hacían parte Chamaco Rivera. Junior Toledo, Guillo Rivera, Pupy Cantor se destacó por su voz de esquina, del barrio, sin mucho alarde, ni siquiera gran entonación, pero que conectaba como pocos con el bailador.

Lo curioso es que tampoco era un gran bailarín, llevaba el paso, pero bastaba verlo en la tarima para saber que lo suyo no era la magia de pies que poseía Roberto Roena. No, la verdad es que Pupy era de la esquina, era el callejero y eso era lo que nos ofrecía en cada frenética presentación, porque ese barrio era el que él cantaba, el que lo seguía, el que lo corregía cuando no ‘entraba’ como es en el disco. A Pupy lo queríamos porque era el callejero, porque era el mismo que mandaba a todos los niños pa’ la escuela y eso nos gustaba.

De seguro eso fue lo mismo que vio Héctor Lavoe cuando lo escuchó en su natal Puerto Rico haciendo ‘la escuela’ con grandes artistas como Ismael Rivera. Allí junto con los Cachimbos, Pupy hizo coros. Bajo la dirección musical del destacado pianista Javier Vásquez, Pupy comenzó a conocer los secretos de la melodía rumbera y que no era lo mismo un bolero, que una guaracha o un son. También con la orquesta del maestro Kako Bastar y con Justo Betancourt y con La Mulenze se hizo un espacio y comenzó un ascenso que lo llevó hasta donde el maestro Willie Rosario. Allí en una de las orquestas más longevas y queridas por los salseros compartió tarima con unos tremendos ‘caballos’, ni más ni menos que Tony Vega y Gilberto Santarrosa.

Tal vez y solo tal vez, ese goce de Pupy en tarima se deba a que también era un gran percusionista y el ritmo, la entrada, el golpe, hacían parte de su vida musical.

“Cuando yo te conocí
No me pude imaginar
Que me iba a enamorar
De esa manera
Y ya vez lo que paso
Como un loco me volvi
Pero no pude lograr
Que mi quisieras
Como yo a ti

Maína yo te llamaba
Ese nombre me gustó
Para que tu corazón
En tu alma lo llevara
Fue algo muy especial
Que en mi juventud viví”

Pero si ‘El callejero’ lo marcó, fue ‘Maína’ el disco que lo catapultó a la fama en Cali. No hay bailador ni rumbero que no le cante a Maína, ‘y me dicen por ahí que te vieron bailando con otro hombre’. Puppy hizo de este disco un sello y era imposible que en un concierto, ya fuera en el Teatro Jorge Isaacs o en Jala Jala o en Changó, dejara de interpretarlo.

El chico que había nacido el 28 de mayo de 1953 en Santurce y que también estuvo con Manny Oquendo y su conjunto tenía la humildad de los grandes. Hizo amigos en todas parte. Gary Domínguez, el DJ Errante, recordó su paso por la recordada Taberna Latina.

“Recordando al gran Pupy cantor en su primera visita a Cali... En1987 vino con la banda completa del maestro Willie rosario lanzando la producción ‘A man of music’, dónde viene Maína y Callejero... Se enamoró de una señora de Cali y se quedó un buen tiempo, convirtiéndose en amigo y visitante de la Taberna latina...en esta foto el escritor Rafael Quintero, el DJ errante Gary y Pupy Cantor.. “Los niños pa’ la escuela”… Buen viaje maestro, saludos a nuestro pana ‘Tempo’...”

Ese ‘Tempo’ al que se refiere Gary es justamente ‘Tempo’ Alomar, brillante cantante recordado por su paso en la Orquesta de Roberto Roena y que falleció hace dos años. Héctor ‘Tempo’ Alomar murió los 70 abriles y en Cali será siempre recordado por ser la voz de ‘Cómo te hago entender’, el tema que se convirtió en un clásico de los amores sufridos.

Nacido en Santurce, distrito de San Juan y reconocida zona del movimiento musical y cultural de la Isla del Encanto, Alomar conoció de cerca la bomba y la plena, dos de los ritmos más tradicionales de Puerto Rico. Allí, en esa misma tierra cuna de grandes salseros como Gilberto Santa Rosa, Jerry Rivera, Pupy Cantor y Paquito Guzmán, ‘Tempo’ Alomar ingresó a los 15 años a la orquesta Chacón y los Biorrítmicos, mostrando una gran destreza en el manejo de las congas. Su conocimiento de la rumba cubana, el guaguancó y el yambú lo fueron llevando hacia esa nueva apuesta que se abría paso en los barrios latinos de Nueva York.

Con ‘Tempo’ Alomar lo unió una estrecha amistad. El recordado conguero de Bobby Valentín, también nacido en Santurce, William ‘Danny’ Thompson, lo recordó cuando apenas daba los primeros paso en la música. “En la calle Loíza había un puente y al lado de ese puente había una gallera. En ese lugar, Pupy junto a ‘Tempo’ Alomar, se ponía a rumbear. Porque Pupy era un timbalero bravo…”

En Cali, Pupy tenía fanaticada propia. El periodista Andrés Felipe Becerra siempre consideró a Cantor entre sus cinco cantantes favoritos y ‘El Callejero’ se le volvió un himno que incluso cantaba cuando en sus años juveniles se desplazaba en bus con la barra americana a recorrer el país para alentar a los ‘diablos, ‘callejeando, Pipe’.

En lo personal lo recuerdo en dos brillantes interpretaciones. La primera, haciendo un homenaje al ‘Sonero Mayor’, Ismael Rivera, cantando un tema que me arruga el corazón y que lo ponía a sonar en la noches nostálgicas de los viernes en la redacción del periódico El País: ‘Dueña de mi inspiración’. Junto con Rafy Class y su grupo 15 y 30, Puppy logra una interpretación magnífica, plena, de la esquina, con el alma, cuando todos sabemos lo difícil que es llevar un tema del ‘Brujo de Borinquen’.

“¿Dónde está la dueña de mi amor?
La mami que es toda mi inspiración
Ausencia ingrata, cómo torturas mi vida
Te estoy pidiento ternura
Porque me cansé
De tanta tortura
Ausencia ingrata, cómo torturas mi vida”

Sobreponiéndose a varias dificultades que ofrece la improvisada orquesta, en un video que parece un ensayo, queda una pieza exquisita de una orquesta con sonido de barrio y un callejero haciendo una interpretación magnífica de un disco con una letra espectacular.

‘Llego el ahijado porque el MAYOR esta allá arriba’, así dice Pupy en esta tema donde lanza su propio soneo, sin temores y miramientos. Se luce el Pupy con una tremenda descarga de fraseos. ‘Caramelito santo, por eso te quiero tanto mi vida’; ‘esa negrita hace conmigo lo que quiera, oye, todita la vida”; ‘ausencia ingrata como yo, no juegues, no juegues con mi vida’: ‘lo sé lo sé porque me llaman el callejero, no sé vivir la vida’; ‘mi dueña de su corazón y dueña de mi amor, oye, con ella no hay mentira’. ‘otro cosa es que vengo distinto y diferente y el resto para el mayor de los mayores, ok”.

Esa noche fue una máquina ‘El callejero’, sacó todo el repertorio del barrio, no se amilanó ante el reto que imponía interpretar al ‘mayor de los mayores’. Tal vez y de nuevo, solo tal vez, ese día Pupy se ganó el respeto de toda la tribu salsera.

Y fue unos años después que lo vi haciendo un ‘cover’ inimaginable: ‘Lo tuyo llegará’, donde un Cantor veterano, dueño de un soneo sin pausas, sorprende con una interpretación de gran nivel que con el respeto profundo que le tengo a Pablito Lebrón, supera con mérito la versión original. La canción de Pupy, celebrando el cuadragésimo aniversario de los hermanos Lebrón, es tremenda, más rápida y con una picardía única de ‘El callejero’. De nuevo Pupy la rompe, haciendo un alarde de sonero veterano y le pone todo su sabor original.

‘Tate quieto muchacho, lo tuyo llegara // ha llegado el callejero, mira, y no hay más na // porque soy de la calle me llaman el callejero, aunque vengan con cuentos, conmigo no va // échate pa’ allá, échate pa’ allá , échate pa allá, échate pa allá lo que tú tienes conmigo son celos y nada más // cuando yo canto con esta banda se forma la rumba // Pupy Cantor con los Lebrón y no hay más na’”.

La muerte lo sorprendió a los 70 años, en su tierra natal. Todos sabíamos que estaba enfermo, pero siempre creemos que los salseros son inmortales. ‘El callejero’ dejó la cuadra, la avenida, pero su música seguirá sonando en la esquina y no te olvides de ella, Pupy: ‘

Maína yo te llamaba mi vida tu no respondes // en otras te estoy buscando y no te puedo encontrar // yo te quisiera olvidar, pero mi ser te reclama// Maína sé que te llamas, no te has cambiado el nombre // Maína sé que te llamas no te has cambiado el nombre”.

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