“Alucinante”, “lo mejor del mundo”, “no hay nada comparable”. No son frases de astronautas de la NASA paseando por la Luna. En realidad se oyeron este lunes una y otra vez, como una letanía, en un evento mucho menos sexy, la presentación de un portátil. Los directivos de Apple lo han vuelto a hacer en su conferencia anual de desarrolladores: presentar novedades revolucionarias que, en muchos casos, no son ni lo uno ni lo otro. Ellos lo llaman "servicios fascinantes". El resto de mortales lo llamamos marketing. A secas. Sobran los ejemplos.
Apple anunció entre aplausos de los fans una línea renovada de portátiles Mac con puertos USB 3.0. Prometen velocidades de transmisión hasta 10 veces superiores al USB actual, pero, sorpresa, los puertos USB 3.0. llevan un año disponibles en la competencia; anunció una aplicación “revolucionaria” de mapas que en realidad licencia al fabricante de navegadores TomTom mientras Nokia tiene la suya propia desde hace una década y Google desde el 2005; y presumió con Passbook, una especie de cartera digital para almacenar tarjetas de fidelización, entradas de cine y billetes de avión, que no es más que una versión light de Google Wallet, disponible en EE.UU. desde el 2011. ¿Innovación o mercadotecnia por la cara?