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¿Por qué no sientes motivación para hacer ejercicio? Esta es la razón científica

¿Por qué no sientes motivación para hacer ejercicio? Esta es la razón científica

Tomado de Unsplash.

La falta de ejercicio es un problema de salud pública a nivel global, afectando a millones de personas, especialmente a adolescentes y adultos. 

Pero, ¿por qué es tan difícil para muchos encontrar la motivación para hacer ejercicio? 

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Un reciente estudio sugiere que la respuesta podría estar en una sustancia química cerebral llamada orexina.

El papel de la orexina en la decisión de hacer ejercicio

Asimismo, investigadores de la ETH de Zúrich en Suiza han descubierto que la decisión de hacer ejercicio está influenciada por la orexina, una sustancia química en el cerebro. 

Este hallazgo, obtenido a través de experimentos con ratones, podría abrir la puerta a nuevas estrategias para fomentar la actividad física en humanos.

En el experimento, los científicos permitieron a los ratones elegir entre ocho opciones diferentes en pruebas de diez minutos. Incluyendo una rueda para correr y una barra con batidos de sabor a fresa. 

De esta manera, se estudiaron dos grupos de ratones: Uno con un sistema de orexina intacto y otro en el que este sistema había sido bloqueado. 

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A partir de ahí, los resultados mostraron que los ratones con el sistema de orexina intacto pasaron el doble de tiempo en la rueda de correr y la mitad de tiempo en la barra de batidos, en comparación con aquellos cuyo sistema de orexina fue bloqueado.

Tomado de Pexels.

¿Por qué no sentimos ganas para hacer ejercicio?

Asimismo, este comportamiento denota que la orexina no controla de forma directa cuánto se mueven los ratones o cuánto comen.

Si no que desempeña un papel clave en la decisión entre hacer ejercicio o disfrutar de una recompensa alimentaria. 

En ausencia de orexina, los ratones preferían el batido y renunciaban al ejercicio, lo que podría explicar por qué las personas a menudo eligen comer en lugar de ejercitarse cuando ambas opciones están disponibles.

"Nuestro cerebro libera dopamina tanto cuando comemos como cuando hacemos ejercicio, pero esto no explica por qué elegimos una cosa en lugar de la otra",

Explica Denis Burdakov, catedrático de Neurociencia de la ETH de Zúrich y uno de los autores del estudio.

Implicaciones para la salud pública

Por otro lado, entender cómo el cerebro arbitra entre el consumo de alimentos y la actividad física podría ser crucial para combatir la epidemia mundial de obesidad y los trastornos metabólicos asociados. 

Según Daria Peleg-Raibstein, coautora del estudio, si se logra comprender este proceso, sería posible desarrollar estrategias más eficaces para incentivar la actividad física y, en consecuencia, mejorar la salud de la población a nivel global.

Por lo tanto, este estudio revela que la falta de motivación para hacer ejercicio no es simplemente una cuestión de voluntad, sino que está profundamente arraigada en la química cerebral. 

Por ello, a medida que se profundiza en la comprensión de la orexina y su función, podríamos estar un paso más cerca de encontrar soluciones efectivas para promover un estilo de vida más activo. Dejando de lado la falta de motivación para hacer ejercicio.

Tomado de Unsplash.

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