El Museo Rayo de Roldanillo estrenará el 11 de julio cuatro exposiciones, de las cuales dos pertenecen al maestro Ómar Rayo y las otras son de autoría de las artistas invitadas: Feliza Bursztyn, con escultura, y Olga de Amaral, con sus tapices.
La sala que tendrá como escenario el encuentro exhibirá la colección de Pintura Modular, de Rayo. Él demostró cómo a través de la pintura modelar transformable se podía construir un sinnúmero de obras con la repetición y recomposición de módulos formales sencillos o combinados.
El artista descubrió este proceso de la cinta doblada que se repite sobre la superficie de la tela formando un mosaico y creando una geometría de espacios positivos y negativos. En la sala estará la Gran Cruz Modular, una pieza de dos metros por dos metros, donada por el artista a la Parroquia de San Sebastián de Roldanillo, a principios de los años 70, cuando aún no existía el Museo. Y que ahora ha sido prestada a este por la iglesia donde ha permanecido. Paralelamente, la Sala Museo del Intaglio albergará la obra ‘Arte pop, arte poético’.
“Estamos tratando de entender la obra de Rayo de la que tenemos muchas piezas, mostrándola de diferente manera. Él siempre hacía una gran exposición de una colección, como Las Criaturas Abisales, pero nosotros queremos mostrar diferentes motivos que componen su obra”, añadió Águeda Pizarro Rayo, directora del Encuentro de Poetas Colombianas y del Museo Rayo.
La pintura modular tiene que ver con piezas ensamblables con las que él empieza a jugar desde los años 60, que se pueden mover de diferentes maneras; luego desarrolló una teoría del módulo primario, módulo cuarteto y al final hay un módulo en el que se pueden hacer infinitas combinaciones y esa es la cruz”, explica Águeda.
Y agrega: “el año pasado cumplí el sueño de exponer la obra de Débora Arango y ahora, por primera vez, en el Museo tendremos las obras de Feliza Bursztyn y Olga de Amaral”.