De tantas noches que ha vivido Willy García frente a los públicos de todas las razas, estratos socioeconómicos y países del mundo, con orquestas como La Integración Porteña de su natal Buenaventura, La Suprema Corte, el Grupo Niche y Son de Cali, seguro la del viernes 16 de mayo de 2014 en Cali, se le quedó tatuada en el corazón.
¿La razones?, muchas. Hay que empezar citando a Willy García, cuando dijo en la antesala a este evento que presentarle a Cali ‘Manejando los tiempos’, su segunda producción musical como solista era un gran compromiso, para el cual la orquesta se preparó durante tres meses, con más de 15 ensayos en los últimos 30 días, afinando el más mínimo detalle musical.
Willy presentó con una breve introducción 9 de sus 13 nuevas canciones, escritas bajo la inspiración del amor y el desamor, como “Todo por amor”; “Me engañaste”; “No estoy llorando”, otras con títulos extraídos de la cotidianidad como “Una Bacana” ó “Bye, Bye” ; otra inspirada en aquellos amigos que conoció y con los que compartió dentro del género salsa y que hoy ya no están como Jairo Varela, Joe Arroyo, Piper Pimienta, Jhonny López, Tito Gómez y Rodolfo Granja, a la que tituló “A un amigo”, la cual, durante su interpretación en el Teatro Municipal tuvo la proyección de fotografías de estos artistas, robándose aplausos sinceros del público.
La noche fue sencillamente diferente, las emociones se vivieron desde el primer compás de la orquesta que inició un medley cronológico de los éxitos que han catapultado a García al punto alto del que hoy disfruta. La ya inmortal “Escombros”, de la Suprema Corte, luego temas del Grupo Niche como “Gotas de Lluvia”, “La Magia de tus besos”, y otros más, ya con Son de Cali, acompañaron la apertura del telón.
En adelante, la noche, se notó, tuvo una dedicada planeación. Cada tres temas de los nuevos, García le recordaba con música a su gente porque era que estaban ahí sentados, rendidos ante una puesta en escena sencillamente espectacular. Cantó éxitos como “No quiero dormir”, “Y entonces”, momento en el que en medio de la canción la orquesta se detuvo, se apagaron las luces del Municipal y en un balcón de los palcos se iluminó una ventana. Allí estaba un trío de cuerdas, que para hacerlo gráfico, muy al estilo de “Los Panchos”, cantaron estribillos muy sentidos de la letra de la canción, causando otro de los momentos “pico” de la presentación.
Y llegaron más emociones. De la misma manera, en el balcón opuesto, de nuevo con luces apagadas, se iluminó en un tono violeta, el sonido que emanó desde su pecho el saxofón de Tarry Garcés, el único saxofonista que tuvo el Grupo Niche, y que acompañara en ese sueño por Bogotá recién salidos del Chocó a Jairo Varela y a Alexis Lozano, en sus inicios.
Sus notas, mientras el telón estaba incluso cerrado, dejaban adivinar que vendría una canción que a Willy le inspiró el saber que venía en camino su primera hija, Lala: “Te amo”. Al abrirse el telón de nuevo, una agrupación sinfónica de cuerdas, violines, chelos, y contrabajo causaron una mezcla única de emociones, causada por el tiempo de balada y la majestuosidad con la que la interpretó.
Y cuando al negrito Willy, como él mismo se llama, se le salió el negro, el protocolo y el glamur se fueron del teatro. Con “Vos me debes”, y doña Marina, la madre del artista, la misma que cita en la letra, entre el público, la magia del pacífico y su grandeza musical hicieron explotar en festejo el lugar.
En medio de la alegría, García contó que hace un mes perdió a su abuela, a quien “culpo” de ser la responsable de ser artista. La evocó, pidiendo un aplauso del público y con un emotivo momento en el que su hija Lala, cantó la letra de una canción de la cultura pacífico, que era la que la recordada abuela le cantaba a Willy cuando apenas era un niño. Con los abrazos y besos de sus tres hijos fundiéndose con su padre, terminó este instante.
Aún con esas sensaciones encontradas y antes aceleradas por la cadencia del sonar de la marimba y un par de ‘cantaoras’ del pacífico, Willy soltó su sentimiento por la tierra que lo vio nacer: Buenaventura, a la que le cantó con su nueva canción “Yo tengo fé”, un reclamo, una súplica y una invitación a que Buenaventura el Gobierno y la sociedad le dé la cara, la importancia y la ayuda que requiere para dejar de ser un pueblo utilizado, ultrajado y olvidado. A la tarima llegaron niños afrocolombianos, el exfutobolista Harold Lozano, el cantante Junior Jein, el exvocalista del Grupo Niche, Eddy Saa y la actriz de la serie ‘La Selección, Karent Hinestrosa, quien interpreta a Caridad Murillo, la primera esposa de Freddy Rincón quienes junto al artista corearon el grito de fé por Buenaventura
La última canción, pensaba, Willy García, de la noche sería, la que en diciembre de 2013 fue premiada como ‘Disco de la Feria de Cali’: Sí, era “Así es que se baila en Cali”, pero no, no fue la última. El coro del público: “Se lució, Willy se lució”, acompañado del grito “Otra, otra, otra”, en medio de aplausos, hicieron que García y su excelente orquesta, regalaran una canción más: “Me emociona”.
Sin duda, ni el Teatro Jorge Isaacs, ni el Municipal de Cali, han tenido un montaje pensado con suficiencia, a la altura del artista, del motivo y del público, en el que también se grabó el DVD de la producción.
Punto alto dejó Willy García para sus colegas y en especial para los organizadores de conciertos en estos escenarios de Cali, en donde quedó claro que en la capital del Valle, llegan y se ponen de moda ritmos y géneros, pero ninguno como la salsa se perpetúa, ahora más, con la altura y la dignidad para los artistas nacionales que la crean y difunden por el mundo.