Desde que se entra a las Canchas Panamericanas la música invade cada rincón y es inevitable no contagiarse con la emoción de un encuentro tan popular como el de Melómanos y Coleccionistas.
Durante cinco días, se reunieron multitudes de caleños y visitantes en torno a la música. No solo la salsa daba ritmo al lugar. En los diferentes puestos de ventas se encontraban desde los discos tradicionales de Richie Ray y Bobby Cruz, pasando por La Sonora Ponceña y llegando clásicos del rock como Los Beatles y Elvis.
Haciendo un breve recuento por las curiosidades encontradas, uno de los discos más viejos es un acetato de Elvis llamado “Frankie and Johnny”, precisamente el material de este artista junto con el de Los Beatles sería el más costoso.
Como es de esperarse la salsa es lo que más se vende, y con ella Héctor Lavoe y Willie Colón, como si fuera regla engalanan cada uno de los puestos de venta.
Pero no solo los discos estaban a la orden del público. Recorriendo el evento se encuentran instrumentos de todas las formas, tamaños y colores. Se venden tazas, afiches, camisetas y un sinfín de artículos que proclaman a la música como motor de la alegría y exaltan a su vez a sus mayores exponentes.
Sin duda este no es un evento que solo favorece a los compradores que obtienen reliquias musicales por $8 mil, $15 mil o $20 mil. Los vendedores también disfrutan del evento, según le comentaron a 90minutos.co, en una sola noche del evento podían llegar a tener ventas que rodean el millón de pesos.
Tras recorrer la zona de ventas y el sector variado de las comidas llega la atracción principal con una tarima debidamente ambientada de la época. Alrededor y acompañando la música de la rockola suenan los timbales, las maracas y el bongo típico de un encuentro salsero, claro está que siempre debe hacer presencia la bandera de Puerto Rico, recordando la nacionalidad de artistas pioneros en el género.
Los asistentes agradecieron a quienes creen en este evento, le atribuyen a los melómanos el esfuerzo por mantener vivo este encuentro que se ha convertido en tradición y afirmaron que “esto es lo mejor de la Feria de Cali”.
