La denuncia de la comunidad ambientalista de Monguí, Boyacá, ha puesto al descubierto una alarmante realidad: la tala indiscriminada de cientos de frailejones.
Algunos de ellos con alturas de hasta dos metros, en la vereda Hato Viejo, sector Bogotacito.
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Este acto de ecocidio no solo ha afectado a esta especie emblemática del ecosistema de páramo, sino que también ha impactado a otras especies vitales para el equilibrio ambiental, como:
- Pino de páramo (Hypericum sp).
- Mortiño (Hesperomeles goudothiana).
- Palo blanco (Ilex sp).
- Chusque (Chusquea sp).
Según la Corporación Autónoma Regional de Boyacá (Corpoboyacá), la tala ilegal se habría llevado a cabo con maquinaria pesada, evidenciando, al parecer, una clara intención de ampliar la frontera agrícola en aproximadamente cinco hectáreas.
La desaparición de estas especies de frailejones, catalogadas como amenazadas en Colombia, tiene graves consecuencias para el ecosistema de páramo.
Estas plantas cumplen una función crucial en la retención y distribución del agua, actuando como esponjas naturales que regulan el ciclo hídrico y garantizan la disponibilidad de agua para las comunidades aledañas.
Corpoboyacá ha anunciado la apertura de un proceso sancionatorio contra los responsables de este acto vandálico y ha hecho un llamado a las autoridades competentes para que continúen con la investigación.
Estas especies son fundamentales para el equilibrio y la sostenibilidad de nuestro territorio. Permiten que mayor cantidad de agua llegue al suelo y es nuestra responsabilidad su protección.
Subdirector de Recursos Naturales de Corpoboyacá, Diego Roa
La comunidad también ha jugado un papel fundamental en la denuncia de este crimen ambiental
Corpoboyacá ha agradecido su colaboración y ha hecho un llamado a todos los ciudadanos para que se mantengan vigilantes y reporten cualquier actividad sospechosa que pueda poner en riesgo nuestros ecosistemas.
La protección de nuestro patrimonio natural es una responsabilidad compartida.
A través de la acción conjunta de las autoridades, las comunidades y los individuos podremos garantizar la conservación de estos ecosistemas frágiles y asegurar su existencia.
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