El Museo H. Tejada pretende conmemorar el centenario del artista, que nació el 1 de febrero de 1924, en Pereira, y en este 2024 se celebra su natalicio número 100.
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Sus esculturas se centran en su estilo de vida, diversidad y fuentes de su inspiración, más allá de la exposición de sus grandes obras.
El estilo del mobiliario de Hernando Tejada es muy idiosincrásico, su pequeña casa estaba llena de muebles diseñados por él, obras de arte, fotos y regalos de amigos.
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Todos los muebles y objetos que se encuentran en el museo proceden de la casa de Hernando Tejada en el barrio de El Peñón, que fue vendida en 2023. El museo está en Avenida 4 Oe #1-66, barrio Normandía.
Los horarios del museo están desde las 2:00 p. m. hasta las 7:00 p. m. y algunas veces por eventos especiales puede haber cambios. Los niños entran gratis y los adultos deben cancelar el valor de la entrada.
El museo se esfuerza por reproducir con fidelidad el conjunto de muebles e innumerables artículos, para ofrecer una visión de la personalidad del artista, porque su casa narra mucho de su vida.
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Además, en la tienda de este templo del arte ofrece artesanías hecha a mano por artistas con imágenes de las obras de Tejadita; por ejemplo, réplicas de gatos y manglares, bolsos, ropa, pequeños objetos de madera grabada, así como libros sobre el artista y carteles.
¿De dónde nació el Gato de Tejada?
A pesar de no tener a los gatos como mascotas, a Hernando Tejada le atraían los gatos. El artista decía que eran dóciles, cambiantes, misteriosos, de personalidad independiente y ágiles.
De cierta manera, podría decirse que se parecían a él, además, todas sus amigas, y amantes, les regalaba gaticos que dibujaba o tallaba en madera.
A raíz de eso ‘El Gato del Río’, en cambio, es una escultura de bronce de tres metros y medio y tres toneladas de peso.
La realizó gracias al auspicio del gobernador de la época, Germán Villegas, y el alcalde de entonces, Mauricio Guzmán Cuevas.
El monumento se inauguró el 3 de julio de 1996 y Tejada visitó casi a diario la escultura que lo hizo tan feliz durante dos años. Hasta que, tras 43 días de agonía, falleció el 1 de junio de 1998.
Sus cenizas fueron esparcidas por Sebastián en el monumento y tal vez por eso se dice que el gato contiene el ‘espíritu Tejada’: alegre, pícaro, un artista satisfecho consigo mismo y su obra.
“Hago arte para descansar”
Hernando Tejada (Q.E.P.D). 1998.