La Semana Santa es una época donde los fieles se acercan a las iglesias para reflexionar. 90minutos.co hizo un recorrido por las capillas más importantes de la ciudad y esto fue lo que se encontró.
La iglesia la Merced abrió sus puertas a las 10 de mañana, algunos creyentes estaban esperando desde las 9:00 a.m. para encontrarse con el Señor mientras se celebraba la eucaristía. Sin importar la edad, el templo empezaba a llenarse, algunos iniciaban su oración mientras el padre salía a ofrecer la misa.
En frente, atrás, a los lados, en todos los rincones de la iglesia habían santos, cada persona se acercaba al que más devoción tenía suplicando por sus deseos y pidiendo perdón.
En la iglesia de San Antonio, había varios fieles esperando a que sus puertas se abrieran en la mañana, pero la misa se iba a dar después del mediodía. Mientras la hora de la eucaristía llegaba, una monja barría los alrededores de la capilla para enaltecer la casa de Dios
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Por su parte, la iglesia de San Fernando ofreció la misa en la mañana, igual que la Merced. Algunos creyentes se confesaban, otros se arrodillaban a orar y otros acompañaban al padre.
En la capilla La Milagrosa había un cartel que decía ni jueves, ni viernes, ni sábado santo abriremos, y solicitaban a los creyentes asistir a las parroquias más cercanas o que les correspondiera. No obstante, los comerciantes se mantuvieron en la avenida Roosvelt, asegurando que así la iglesia estuviera cerrada, las ventas estarían abiertas, que igual ellos tenían clientes fijos y que confiaban en que Dios les permitiera vender.
Sin embargo, nos acercamos el miércoles para retratar el comportamiento de la gente y su asistencia a la capilla en este día previo.
Los precios que manejaban en este sector oscilaban entre los 5 mil y los 30 mil pesos, había velas, velones, camándulas, vírgenes, sahumerio, cristos, en fin, varios objetos que avivan la fe de los creyentes.
En la iglesia El Templete solo había comerciantes, pues sus puertas también estaban cerradas. El común denominador entre los vendedores se repetía en esta iglesia. Había velas y velones de todos los tamaños y precios, los materiales para que los fieles hicieran el sahumerio en casa, la virgen de Guadalupe y la virgen del Carmen hicieron presencia en las mesas de las vendedoras. Tampoco podían faltar las camándulas y mucho menos las bebidas refrescantes para estas altas temperaturas que se apoderan de Cali.
Un recorrido por cinco iglesias que mostraron diferentes caras de la Semana Santa, los creyentes, los vendedores, los religiosos y los santos, todos con el mismo objetivo, conmemorar la Semana Mayor con visitantes y propios.
