Es una especie de patineta que funciona con agua y una manguera que se conecta a la parte trasera de cualquier moto de agua.
Existen dos modelos de este dispositivo acuático. El primer prototipo que necesita que alguien acelere la moto y el segundo modelo que ofrece una total independencia de nado y vuelo, donde la moto lo único que tiene que hacer es seguir la ruta.
El 90 por ciento de la propulsión es abastecido por las boquillas que están colocadas debajo de los pies y que permite controlar bien la dirección. De igual manera sobre la mano del practicante, se sujetan dos boquillas que sólo proveen estabilidad.
En otras palabras, para que un equipo Flyboard pueda ser controlado se requiere tener habilidades para esquiar y surfear.
El constructor francés Franky Zapata produjo este modelo que hasta el momento tiene un costo de 12 mil dólares, pero que dentro de muy poco se convertirá en uno de los principales atractivos que se ofrecerán en las vacaciones de verano.