Buenaventura está celebrando la llegada del monumento más grande en el mundo, de una ballena jorobada, que se llama ‘La Luchona’. Este es un tributo a este mamífero y su visita al Pacífico, liderado por la Gobernación del Valle.
Desde todos los continentes llegan turistas al puerto a vivir cada temporada de ballenas yubartas, lo que aumentan el registro de visitantes cada año, así como el de la referencia de Buenaventura.
Toda esa magia de la naturaleza cuenta con un aumento a este animal, que muchos han conocido de Altamar.
‘La Luchona’ está lista para saludar a todos aquellos que visiten el malecón y el ingreso al puerto turístico de esta localidad.
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“Es un monumento para que, en esta bella ciudad, en este bello puerto, en este bello malecón, nos podamos venir a tomar una foto y un recuerdo que nos queda en el corazón de todos”.
Clara Luz Roldán, gobernadora del Valle.
“Estamos orgullosos de dejar este gran icono para Buenaventura”.
Claudia Viviana Posada, gestora Social del Valle del Cauca.
Lo que se busca además de embellecer el puerto y hacerle un homenaje a este cetáceo, este monumento hace una invitación al respeto por la naturaleza, al mostrar cómo la ballena rompe el malecón reclamando su espacio en el mar.
"Este es un monumento que le hacemos a esas ballenas que llegan a tener sus ballenatos. Es para que en este bello puerto y su malecón nos tomemos unas fotos maravillosas que nos quede de recuerdo, todos hemos tenido la oportunidad de salir y poder verlas. Nos tocó algún día en Ladrilleros ver esa ballena con su ballenato al lado, nos daba ganas de llorar, de felicidad. Esto ha sido un aporte de todos, sentarse aquí con esta brisa, con este sol y ver esta hermosura de atardecer", aseguró la mandataria.
Clara Luz Roldán, gobernadora del Valle.
Con el paso del tiempo este monumento será todo un referente a nivel mundial por las dimensiones del mismo, su originalidad y también los sonidos que generan a los visitantes una inmersión al ecosistema de estos mamíferos.
En especial, es un tributo y un símbolo a Buenaventura, que con su arraigo a las aguas continentales se transformó en la ocasión turística y el sentido de pertenencia para cientos de sus habitantes.
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