El rigor del sol le está jugando una mala pasada a los bonaverenses, el cuadal del río que surte al acueducto ha disminuido tanto que la Alcaldía tuvo que declarar calamidad pública.
El rigor del sol le está jugando una mala pasada a los bonaverenses, el cuadal del río que surte al acueducto ha disminuido tanto que la Alcaldía tuvo que declarar calamidad pública.