20 años no es nada
De aquel inmortal tango “volver” en la voz del no menos recordado “morocho del abasto” Carlitos Gardel, podemos extraer una paradoja en cuanto al tiempo que mantiene en ascuas la mente de los grandes pensadores a lo largo de la historia.
Fue Einstein y su asombrosa mente, el curioso observador de un fenómeno relacionado con el tiempo y el espacio incluido en su teoría de la relatividad, quien llegó a la ineludible conclusión de que el pasado (la experiencia) y el futuro (la esperanza), se funden en una sola y cruel realidad: solo el presente vale la pena apreciar intensamente.
A propósito de mis 49 años de vida artística ininterrumpida en la antesala de mis 50 años o mi jubileo, hago mención de unas cuantas reflexiones que me llegan a la mente. Mis colegas los Rolling Stones de Gran Bretaña, El Gran Combo de Puerto Rico, Pastor López, Lisandro Mesa, han alcanzado esta dorada y hermosa condición al tiempo de escribir estas líneas. En Colombia “el caballero gaucho” que acaba de arribar a sus 95 años de luminosa existencia, esta celebrando 60 años de vida artística.
Volviendo atrás a mi infancia, aún recuerdo mis primeros contactos con el mundo real, cuando tenía alrededor de 5 años en mi país solo se hablaba de Susana, la primera miss universo de Venezuela,
luego, creciendo entre desfiles casi militares en mi escuela, supe que tumbaron a Pérez Jiménez y que se gobierna solo o acompañado.
Poco después escuche hablar del comunismo (tenia 6 años), luego de Cuba y Castro (tenia 9 años), las armas, la guerra, misiles, oí de famosos como Marilyn Monroe (tenia 12 años) muerta por una sobredosis de droga, la muerte de un presidente norteamericano muy nombrado en Latinoamérica del clan Kennedy (estaba comenzando mi carrera artística), la guerra de Vietnam y algo que conmocionó mi mente y corazón: la salsa de nueva york, un disco llamado éxitos novecientos cincuenta por una emisora am de la capital Caracas.
La Sonora Matancera, alegre All Stars, con los mejores músicos y cantantes de Nueva York, luego la Tico All Stars, la Fania All Stars, y una incesante ola de rock británico: los Beatles, los Rollings Stones, baladas europeas, festivales (como el de San Remo) etc, etc, etc, etc.
Yo usaba aparatos de amplificación para instrumentos, que fueron cambiando muy rápidamente; componía las canciones con una pequeña grabadora de cassete. Tanta y variada tecnología, pasando por el vhs, el Dvd, las grabaciones pasando de análoga a virtual-digital lo cual me impactó de veras. Mientras tanto maduraba, maduraba, encanecía y envejecía lentamente (comencé a perder familiares y amigos por muchas razones entre ellas la muerte).
Por otro lado la vida se iba reciclando, el mundo se abría a todo lo joven, novedoso, no tradicional, es más; el mundo se transfiguraba ante mis ojos y era totalmente apremiante discernir y entender este fenómeno que no se de tiene: renace y sigue avanzando conforme las nuevas generaciones van tomando el lugar que les corresponde en este mundo.
¿Puede en veinte años perdurar alguna música popular considerada clásica? afortunadamente para mi, fue sorprendente saber que las nuevas generaciones ( por lo menos en Colombia) todavía aceptan, guardan, bailan y gozan música que con mi participación se hizo popular hace mas de 4 décadas y hoy forman parte de conceptos legendarios y suele producirse un milagro: pese a toda la maquinaria tecnológica, hay cierta música que vino para quedarse y es para mi un verdadero honor que todavía la recuerden. Hasta pronto.
