Icono del sitio

Un tema “álgido” para que se ponga “lívido”

Un tema “álgido” para que se ponga “lívido”

Empiezo con una pregunta: ¿Cuándo se refieren a un sitio tétrico, usted lo asocia de inmediato con un escenario terrorífico?

Si es así, también es probable que asocie la palabra “lívido” con estar muy pálido, porque ha escuchado que alguien puede quedar lívido de un susto, ¿o me equivoco?

Déjeme seguir adivinando otra respuesta afirmativa de su parte, ¿ensayamos? Si escucha la palabra “álgido” y le pido un ejemplo, ¿la asocia con una discusión acalorada o con un día muy intenso?

Si respondió afirmativamente a todas estas interrogantes, o al menos, a una de ellas, no se preocupe, porque usted forma parte de la mayoría de hispanohablantes que confunden el significado de algunas palabras, las utilizan para decir lo que no es, pero los demás entienden lo que creen que es (¿qué tal el enredo de palabras?).

Pero le tengo buenas noticias. Usted, sin saberlo, está colaborando para que nuestro idioma cambie (así sea por el uso equivocado de las palabras), obligando a los acartonados defensores del buen uso del español a que acepten los nuevos significados y los incorporen en el diccionario (claro está que para ello pasarán muchos años, y es poco probable que alcancemos a ver ese cambio y podamos jactarnos ante nuestros hijos o nietos de haber sido “responsables” de ello).

Para su información, tétrico significa triste, melancólico, sombrío, mas no terrorífico. Lívido es todo lo contrario de pálido: es amoratado o azulado. Álgido significa “muy frío”.

Hay otras palabras que se utilizan para decir lo que no es, pero que tarde o temprano adquirirán ese significado.

Bizarro es una de ellasy la emplean como sinónimo de raro o extraño, cuando su significado está lejos de ese concepto. Por un lado se habla de personas bizarras, cuando son valientes, y el otro significado está relacionado con generoso o espléndido. ¿De dónde viene la equivocación? Simple, del inglés, con la palabra “bizarre” que significa extraño (que viva la libre traducción e interpretación).

Otra palabreja “mal usada” es adolecer, que significa padecer, pero que en su uso común es sinónimo de carecer. Pero vaya usted y corrija a alguien que la utiliza mal, o peor aún, utilice usted bien la palabreja y, sin duda alguna, no le van a entender y no faltará el que comente en voz baja: “pobre, qué mal se expresa”.

En ese mismo camino de palabras “mal usadas” está tomando la delantera el verbo conllevar, que por simple parecido sonoro lo están usado como sinónimo de llevar o conducir. Y ese mal uso no perdona estratos. Por eso se escucha a diario la expresión “conlleva a” cuando el significado más cercano a conllevar es implicar.

A la lista de significados alterados se suma la palabra severo, que alude a rígido o estricto, pero nunca grave, como se está usando. Una persona puede SER severa, pero nunca puede ESTAR severa. Así de sencillo.

El listado es grande, prometo retomarlo más adelante, y concluyo con una pregunta: ¿está mal utilizar palabras con significados diferentes a los reconocidos por la Real Academia de la Lengua?

Mi respuesta es no, si se desconoce el verdadero significado. Lo cuestionable es utilizarlas mal si usted –por su profesión o cargo- está en la obligación de manejar la lengua acorde con las reglas y dar el buen ejemplo.

De lo que sí estoy seguro es de que, tarde o temprano, quienes pretendemos hacer un buen uso de las palabras tendremos que dejarnos llevar por la corriente de las palabras mal usadas... Si no, nadie nos va a entender.

 

Eduardo Figueroa Cabrera (efigueroac@hotmail.com)

Twitter: @figueroacabrera

Blog: A,B.C… Dando