En lo que va corrido de este año he notado que Cali se ha llenado de optimistas: #Calilamejorciudad, #Calilomaximo, #Calielmejorvividero, etc.
Creo que hay caleños que están abusando de ese optimismo y se meten en una burbuja en la que nadie los saca. Ignoran todo lo que pasa a su alrededor y se auto-convencen de algo totalmente irracional que a la larga le está causando a la ciudad más daño que beneficios.
A veces sabemos la realidad de la situación que enfrenta Cali en materia de servicios públicos, movilidad, salud, inseguridad, educación, etc.; pero con tal de no querer afrontarla, nos armamos del bendito optimismo, o mejor dicho, de un falso optimismo y lo utilizamos para esconder o minimizar lo que pasa alrededor, como si eso fuera la solución a los problemas.
Con todo respeto por los optimistas, pongamos los pies sobre la tierra, miremos, analicemos y busquemos juntos la solución a los problemas de esta ciudad que nos ha dado todo, pero desde sus realidades, no hay que ser grandes genios para saber que eso. Ese falso optimismo, no ayuda en nada.
