A pocos días de culminar este año -productivo para muchos, desafortunado para otros- llega la inevitable nostalgia decembrina, un arma de doble filo que puede motivarnos para conseguir mejores resultados el próximo año o por el contrario estancarnos y frustrarnos de más.
Muchos conservan tradiciones y agüeros como: las doce uvas, salir a dar una vuelta con maleta, pelar unas papas y ponerlas bajo la cama, tener dinero en los bolsillos y muchos más que nos llenan de pensamientos positivos y buena vibra para el próximo año. Sin embargo, lo realmente importante aunque a veces no lo notemos es toda la fe que se pone a estos ‘rituales’, el creer que tenemos la posibilidad de mejorar nuestro día a día, lograr lo que nos proponemos, cambiar nuestras vidas, ser más felices, más productivos, en pocas palabras…vivir mejor.
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No podemos negar que esta fecha despierta muchísimas emociones no siempre positivas, más si perdimos a alguien importante o hemos atravesado situaciones difíciles durante el año que está a punto de finalizar; aquí nos replanteamos quienes aún continúan en nuestro camino, quienes ya no están, cómo éramos hace un tiempo, que tanto hemos cambiado generando ansiedad y hasta melancolía que debemos convertir en aliada para AGRADECER: una acción aparentemente simple pero llena de poder.
Entre más agradezcamos más abrimos ese espacio para que lleguen oportunidades a nuestra vida. La queja y la crítica bloquea, aleja, separa y repele, ¿Cómo esperamos tener una vida diferente solo quejándonos? Del cielo solamente cae la lluvia y sin trabajar en ello rara vez ocurrirán milagros.
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Tú decides si tomar este tipo de sentimientos como arma para martirizarte o como aliado para impulsarte. ¿Algo cambió en ti y no te gusta? Asúmelo y busca mejorarlo. ¿Te sentiste menos productiva? Consigue un mejor orden y nuevas herramientas. A veces dejamos pasar las soluciones y oportunidades por simplemente no pedirlas, damos por hecho que si no han llegado es porque no somos capaces de asumirlas o no las merecemos, cuando la realidad es que el que busca encuentra y no precisamente de brazos cruzados y lamentándote va a llegar a ti eso que tanto anhelas. Deja de contárselo a los demás, de tenerlo en la mente todos los días y comienza a HACERLO; con pequeñas acciones, despacio, a tu ritmo pero comienza.
La invitación además es a que este fin de año valores a quienes siguen allí, lo que has conseguido y agradezcas hasta lo que no se dio porque todo tiene su razón de ser y es parte del propósito que cada uno tiene. Mira a todos celebrar y siéntete dichoso por su presencia, por ese logro pequeño que cumpliste, por esa oportunidad que ni tenías en mente y llegó, por las decisiones que fuiste capaz de tomar e incluso por las personas que perdiste ya que abren el espacio a que otras que realmente te sumen, lleguen a tu vida.
Un nuevo año es la oportunidad perfecta para replantear y atreverse a soñar mucho más. ¡Feliz Navidad y próspero año 2018!
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— Noticiero 90 Minutos (@Noti90Minutos) November 28, 2017
