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El falso positivo de Saúl Cruz contra la libertad de prensa

El falso positivo de Saúl Cruz contra la libertad de prensa

El subsecretario del Senado de la República Saúl Cruz inscribió su nombre en el libro de la infamia nacional a raíz del ridículo montaje que hizo en contra de un camarógrafo de Noticias Uno. El país y su familia lo recordarán como el sujeto que en dos oportunidades  se lanzó de bruces contra el lente de la cámara que portaba el comunicador, y luego denunció ante la plenaria del senado que había sido víctima de una injusta agresión. Pero también recordaremos las acaloradas intervenciones de los indignados senadores, quienes basados únicamente en la palabra del farfullero funcionario, dieron por cierto el hecho y exigieron castigo para el supuesto agresor, así como para el medio de comunicación para el cual trabaja, consumando uno de los ataques más desproporcionados, precipitados e injustos contra la prensa colombiana.

Después de ver el minucioso informe que Noticias Uno hizo sobre el particular no queda duda que estamos frente a un incidente que tiene todos los ingredientes de un falso positivo.

Por regla general los falsos positivos son precipitados y chapuceros. Quienes los ejecutan son personas porfiadas que en el afán de causar daño a los demás actúan a la loca y no se fijan en los detalles.

Saúl Cruz no tuvo en cuenta las cámaras de seguridad de los pasillos del Congreso, ni se percató de que el camarógrafo tenía encendido el equipo.  Igual sucedió en el caso de Sigifredo López, los funcionarios que le hicieron el montaje judicial olvidaron que el video que fue presentado como prueba reina tenía una segunda parte donde aparecía el guerrillero alias JJ y que al comparar su voz con la del sujeto que daba instrucciones utilizando un plano de la Asamblea del Valle resultaban idénticas.  Este tipo de torpezas las he visto en otros casos de falsos positivos lo que demuestra que en lugar de genios de mal los artífices de estos montajes son verdaderos idiotas.  Pero aun así logran salirse con la suya gracias a la ayuda que otros les prestan.

El perfil del tramposo suele ser el mismo: una persona digna de credibilidad debido a su posición social o al rol que cumple.  Puede tratarse de un funcionario público, un político de renombre o un delincuente que colabora con la justicia, quienes saben que les creerán por el papel que desempeñan.

Prevalido de su trayectoria en el Congreso, Saúl Cruz impuso su palabra contra el dicho del camarógrafo, sometiéndolo al escarnio público y poniéndolo en peligro de perder el empleo. La misma lógica se impone cuando una autoridad presenta como terrorista, vivo o muerto, a algún humilde campesino, mientras sus familiares luchan para demostrar que era inocente.

En el informe de Noticias Uno se observa a una mujer sonriente que sigue a Saúl Cruz momentos antes de que este embistiera a la cámara, cual toro de lidia.  Se dice que se trata de su compañera de cabildeo y muy seguramente la testigo que presentaría en su debido momento para respaldar el montaje, pues  todo montaje judicial está basado en prueba testimonial. Los falsos testigos cunden en los despachos judiciales y siempre van sonrientes porque saben que su voz será escuchada y que la injusticia prevalecerá.

Tal parece que Saúl Cruz, presa de la rabia porque su candidato a magistrado de la Corte Constitucional había sido derrotado, quiso alimentar el monstruo que lo carcomía cobrando venganza contra Noticias Uno, por las denuncias que continuamente hace en contra de su bien amado protector, el ilustre ex procurador Alejandro Ordoñez.  En todos los falsos positivos encontramos los mismos motivos despreciables: la venganza, la persecución política o ideológica, el interés económico o el  ansia de poder.

Cuando Yidis Medina se declaró culpable por haber recibido sobornos para cambiar su voto a favor de la reelección de Álvaro Uribe, la venganza del gobierno fue hacerle un montaje judicial involucrándola en un secuestro. Un voluntarioso juez de primera instancia la condenó por ese hecho a 38 años de prisión. Por fortuna el Tribunal Superior de Bucaramanga deshizo el entuerto  y absolvió a la ex congresista.

Todo falso positivo necesita de una caja de resonancia. Saúl Cruz aprovechó  su compadrazgo con el presidente del Congreso y logró que le permitieran denunciar lo sucedido ante la plenaria.  De inmediato los senadores que tienen cuentas pendientes con Noticias Uno, y odian la libertad de prensa,  aprovecharon la oportunidad para juzgar al noticiero y exigir duras sanciones.  A todas luces buscaban desacreditar a los periodistas mostrándolos como unos criminales: “Los senadores hemos tenido, casi todos, las más graves agresiones por parte del noticiero Noticias Uno, lo que pasa es que la agresión hasta ahora era moral, ahora saltan a la agresión física, a un dignatario de esta corporación…”, gimoteó José Obdulio Gaviria, miembro del Centro Democrático. Para citar solo una de las vergonzosas intervenciones.

En Colombia quienes hacen falsos positivos militares o judiciales cuentan con socios estratégicos que replican la infamia antes de que la justicia decida el asunto. Así como Saúl Cruz tuvo de su lado la voz de los vengativos congresistas, en otros casos son los propios medios de comunicación que hacen de caja de resonancia de los montajes.

Noticias RCN compró en el mercado negro el video que fue utilizado como prueba reina en contra de Sigifredo López y lo replicó decenas de veces hasta convencer a la mayoría de los colombianos que la voz, la punta de la nariz y la mano eran del ex diputado.  El efecto en el público fue tan profundo que pese a que SIGIFREDO fue absuelto por la justicia y el Fiscal General le pidió perdón todavía hay quienes dudan de su inocencia.

Saúl Cruz es un bribón y tendrá la buena suerte de su lado. El Congreso no lo investigará. Su compadre Lizcano lo enviará de vacaciones y  lanzará la pelota a la Procuraduría. Es poco probable que el procurador lo suspenda provisionalmente del cargo  y mucho menos probable que luego lo destituya.  Cuando regrese, luciendo un intenso bronceado, el escándalo habrá pasado. Pocos recordarán lo sucedido o simplemente no les importará.  Igual ha ocurrido con los artífices de los grandes falsos positivos en este país. Me refiero a los fiscales e investigadores que en su momento se valieron de falsos testigos o edificaron pruebas espurias en contra de personas inocentes, ninguno fue juzgado o destituido, todos están en sus puestos o fueron promovidos a cargos mejores.

Que se cuiden los camarógrafos y periodistas porque Saúl Cruz seguirá transitando por los pasillos del Congreso por mucho tiempo.  Y que se cuiden lo periodistas independientes de los congresistas  rencorosos que permanecen al acecho.

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