Icono del sitio

Creer Para Ver, por Nixon Ruiz

Creer Para Ver, por Nixon Ruiz

 

Las conexiones de oro

 

Los inventores de Facebook, se basaron entre otras cosas, en que con 6 conexiones podemos conocer a cualquier persona en el mundo. En efecto, esa teoría dice que si conocemos a alguien que conoce a alguien, y ese alguien conoce a otro y este a otro, y así hasta el nivel seis, llegaremos a conocer a cualquier ser humano sobre esta tierra. Interesante, ¿no?

Pues bien, dentro de esas seis conexiones pero por encima de ellas, hay unas muy especiales. Hablemos entonces de esas otras conexiones, aún más interesantes y que llamaremos las "conexiones de oro". ¿Y eso que es? Son aquellas conexiones que se dan con otros, y cuyas consecuencias no podemos explicar a simple vista. Trataré de hacerme entender: ¿no le ha pasado que usted conoce a alguien y justo esa persona era la que usted necesitaba para resolver un problema o lograr algo que hasta ese momento no había podido? Esa es una "conexión de oro". Muchas veces la explicamos como una coincidencia, otras como buena suerte etc. Pero la verdad verdadera es que pasan y quedan como algo que no se pudo explicar a entera satisfacción.

Las principales características de una "conexión de oro" son: no es casual, no depende de nosotros, viene de arriba y trae un propósito. Decimos que son "conexiones de oro" para significar su gran valor. Si aprendemos a distinguirlas y a discernir su propósito, sin duda nos llevarán por caminos de sorpresa y bendición.

 

Estos son los tres tipos de "conexiones de oro":

1.) Cuando la "conexión de oro" viene por la persona menos esperada. Es cuando Dios usa a alguien que en apariencia no está a nuestra altura moral, intelectual, espiritual, etc., es decir, usa  a un ser humano común y corriente. Tanto, que casi nunca esperamos nada de ellos, porque son invisibles, los ignoramos, y sin siquiera pensarlo los hacemos víctimas de nuestro desdén. Sin embargo, cuando se da esa "conexión de oro", algo extraordinario va a pasar: una enseñanza, una forma diferente de ver algo, un regalo, o tal vez un mensaje. Quién sabe (Nunca subestimemos a nadie).

2.) Cuando la "conexión de oro" te lleva lejos a un lugar que ni siquiera imaginabas. Y allá, justo allá, conociste a alguien que era precisamente la persona que necesitabas para algo específico, pero que no habías podido encontrar cerca de tu casa, de tu trabajo o incluso de tu ciudad. Tuviste que ir a otro lugar lejano para toparte con ese alguien que de alguna manera esperaba por ti. Muchas veces entorpecemos esa "conexión de oro", porque nos da jartera ir a un sitio, o rechazamos una invitación que no encaja en nuestros gustos.

3.) Cuando tú mismo eres la "conexión de oro" para otros y tal vez no te has dado cuenta. No sé si te ha pasado. Algo dentro de ti te dice con insistencia que hagas algo por alguien. A veces hacemos caso. Otras no, porque de nuevo nos da jartera, o simplemente no nos da la gana.

Bueno, si afinamos nuestra mente y más aún nuestro espíritu, quizá podamos entender mejor y más rápido la naturaleza de una "conexión de oro" que esté delante de nosotros y actuar en consecuencia. No siempre la ganancia será para uno mismo, pero sin duda al hacer lo que tenemos que hacer habremos contribuido con eso que algunos llaman la "armonía del universo", y que yo llamo los "propósitos de Dios". Así de simple.

Todos en algún momento hemos experimentado esas "conexiones de oro", sólo que no las hemos analizado o entendido bien, y las explicamos a la carrera como un evento curioso pero sin mayor trascendencia.

En el cronograma de Dios Él puede ponernos en un lugar, o en un momento, o frente a alguien, para que pase lo que tenga que pasar y que sólo Él conoce. Hagámonos un favor: si no vamos a ayudar, al menos no nos atravesemos en sus propósitos. Basta con entender, basta con creer para poder ver.