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Calisalud una vena rota sin cura para el HUV

Calisalud una vena rota sin cura para el HUV

No ha pasado día alguno en los últimos tres meses en que el Hospital Universitario del Valle, el Evaristo García, y no el “HUV” como ahora todos lo denominan de manera “inmediatica”,  haya dejado de ser noticia.

Los plantones, protestas, marchas. Visitas, anuncios. Desilusiones. Empleados sin pagos desde hace cinco meses. Versiones de liquidación y demás, han configurado a este centro de salud en una fuente inagotable de información.

Y en medio de este vertiginoso diagnostico sin resolver, hay que traer al contexto, por ejemplo, algunas de esas “venas rotas”, esos deudores que tiene al Hospital ilíquido.

Una de estos fue  Calisalud. En su momento presentada como una  entidad promotora de salud  el 6 de febrero de 1997 en la capital vallecaucana.

Una ilusión que nacía en ese momento con  el objetivo de atender a más de 73.000 beneficiarios del régimen subsidiado de salud, y que se planteó como una alternativa para competir con otras Eps y generar una mejorar la atención médica para las personas de escasos recursos,

Y como siempre, hubo inauguración. Fuerte discurso. Bendición sacerdotal y la ilusión de la gente. Esa misma que después la hace caer en ese alzhéimer colectivo, que cada cuatro años cuando llega la hora de la política, “olvida, olvida, y vuelve a olvidar”.

Pues bien personalmente cada vez que paso por la avenida cuarta norte no he olvidado ese edifico, hoy abandonado, en el cual cubrimos la liquidación de esta entidad el 30 de marzo del año 2010.Como olvidar que faltando unos días se le pago a u contratistas 6000 millones de pesos, y justo después se declaró la liquidación.

No se puede pasar por alto y olvidar que mientras la gerente de la liquidada Calisalud, Oriana Carvajal afirmó que no tuvieron otra opción, después de varios meses de un supuesto plan de salvamento, y que tuvieron que gestionar ante el Ministerio de Protección el traslado de los usuarios de la entidad a otras EPS,  de otra parte, Edgar Pabón, quien fue gerente encargado de Calisalud,  cuando la Superintendencia intervino la compañía, fue categórico al informar que el municipio pudo hacer más por la entidad.

Conclusión 460.000 usuarios quedaron en vilo. Y todavía estamos esperando que alguna de las entidades de control, y creo que ya será el turno para los que sigan, porque los actuales, ya comenzaron fue a despedirse, nos ofrezca claridad sobre lo  que  pasó con Calisalud. Quienes fueron los culpables de la debacle de esa entidad que solo funciono por 13 años, pero que si dejo deudas por pagar por muchos años más.

También que se aclare cómo mientras que el entonces Ministro de la Protección, Diego Palacio, señaló que a Calisalud sí se le giraron $12.112 millones. En Cali se precedió  fue a liquidarla y no buscar alternativas.

No hay que olvidar que mientras que  la gerente de Calisalud indico que trabajaban en la capitalización de la empresa y que ésta nunca fue aprobada por la Supersalud y que en parte, por eso liquidaron, el gerente interventor indicó que eso no era cierto, porque  quien  debía presenta una propuesta de capitalización  ponerla en práctica debía ser el municipio, y que la Supersalud no tenía nada que ver en eso.

En el año 2010, el de la debacle de Calisalud  las deudas superaban los  $40 mil millones y lo recursos disponibles para la liquidación no superaron  el 60%.

Hoy que los concejales de Cali han frotado la “lámpara maravillosa” y desempolvado que Calisalud le adeuda al Hospital Universitario 16000 millones de pesos, sería muy bueno que uno de ellos, tomara la bandera de darle claridad a ese proceso de liquidación, más que caer en simples anuncios de efervescencia de recursos que se van a pagar, según estos “inquietos y mágicos concejales”,  que de manera populista le quieren pasar esa cuenta al alcalde entrante Armitage, cuando a ciencia cierta no se sabe ni porque se deben.

Hay que aclarar, cuánto de verdad se debe, pero en especial quiénes fueron los que generaron esta debacle de Calisalud, que hoy suma al saldo en rojo del Hospital Universitario del Valle y la cual no se debe olvidar.