Entre patetas e inmarcesibles
Una de las primeras tareas que nos imponen en la escuela es aprendernos el himno nacional.
¿Cómo? Fácil, como a los loros, repitiendo una y otra vez hasta memorizarlo. Bien o mal lo memorizamos (conste que no voy a hacer alusión a Shakira ni a Ublime).
Después –estemos o no estemos en la escuela-, cuando suenan las notas marciales, algo sentimos en nuestro interior y empezamos a cantar el re-que-te-conocido "Oh gloria inmarcesible, oh júbilo inmortal..." Pero, ¿sabe usted qué significa inmarcesible? ¿Se lo explicaron sus maestros o sus padres?
He hecho el sondeo, y algunos dicen que significa "inmenso", otros "infinito", "indeleble" y hasta "inmaculado".
Lo mismo pasa con poemas, canciones, refranes, adivinanzas que seguimos repitiendo como loros, y como ellos, no nos importa averiguar el significado de ‘palabras raras’.
Doy otro ejemplo con el segundo verso del popular poema el "Gato Bandido" del poeta colombiano Rafael Pombo. Comienzan diciendo: "Michín dijo a su mamá / voy a volverme pateta… Si se le preguntara a quien recita, qué significa "pateta", lo mirará perplejo; si es un chiquillo, llorará; si es un adulto tratará de atacarlo con lo que sea…y luego llorará a escondidas.
Es posible que también a escondidas averigüe el significado de esa palabreja o simplemente no volverá a recitar.
Cualquier alternativa es aceptable. Lo inaceptable es que en la escuela continúen obligando a memorizar poemas, canciones, frases, sin motivar a los estudiantes a consultar diccionarios y darles la oportunidad de conocer el significado de las palabras, y así entender mejor el contexto.
Lo preocupante de esta situación es que no se da únicamente en la escuela. También es palpable entre los adultos (así sean profesionales). Muchas veces creemos saber, pero no sabemos.
Para comprobarlo es muy simple. Pídale a alguien que entone la primera estrofa del himno nacional o recite el comienzo del Gato Bandido. Todos, o al menos un enorme porcentaje, cumplirán con lo pedido. Ahora pregúntele por el significado de esas palabritas.
Si quiere experimentar más cerca todavía, pregúntese usted mismo. A lo mejor ya es hora de admitir que la gloria no es inmarcesible por culpa de un sistema educativo que parece estar en manos de patetas.
La lección de hoy: No trague entero lo que oye o lo que lee. Y si hay ‘palabras raras’ use el diccionario (así sea a escondidas).
