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ABC... Dando, por Eduardo Figueroa

ABC... Dando, por Eduardo Figueroa

 

¿Qué tan buen amigo secreto es Ud.?

 

Para estar acorde con la época, en esa ocasión me aparto de la temática sobre uso del idioma que caracteriza mi blog para referirme al “amigo secreto” (o invisible), juego social que ha ido cogiendo fuerza hasta convertirse en parte de las costumbres decembrinas.

Sin embargo, siempre habrá dos tipos de personas: los que disfrutan de este juego y los que tienen que jugar. Para saber a qué grupo pertenece, he elaborado el siguiente test.

 

¿Es Ud. un buen amigo secreto?

 

1.- ¿Ud. es de esas personas que desde noviembre insinúan en voz alta entre sus compañeros que hay que jugar amigo secreto?

2.- ¿Ud. es quien toma la iniciativa, elabora las fichas con los nombres de los compañeros, convoca a todos para que escojan, regaña amablemente a los más lentos, elabora el listado para sugerir regalos y monto? Mejor dicho: ¿Ud. hace todo?

3.- ¿Cuando saca la ficha con el nombre del amigo, se le ilumina el rostro y se pone feliz, así le haya tocado “a esa malgeniada”?

4.- ¿Todos los días deja “algo” en el escritorio de su amigo y se las ingenia para hacerle llegar obsequios adicionales evitando que descubran su identidad?

5.- ¿Aunque usted no reciba detalles, sigue sonriendo porque ya va a llegar el día de descubrir al amigo?

6.- ¿Se emociona al comprar y se esmera empacando el regalo, a sabiendas de que su amigo posiblemente le dé un bono?

7.- ¿Cuando llega el momento de entregar los regalos, usted propone una dinámica para descubrir al amigo?

8.- ¿Normalmente sus propuestas son rechazadas, pero usted insiste al año siguiente en hacerlas?

9.- ¿Cuando no hay monto preestablecido para el regalo, no se altera al recibir un adorno de yeso, a sabiendas de que usted regaló una loción fina?

Si respondió “sí”  al menos a una de las preguntas, es suficiente para ser considerado un buen “amigo secreto”. Si respondió “sí” a todas (que los hay, los hay), usted ya debe estar re-que-te-identificado ante sus compañeros, y por lo tanto no es tan “secreto”.

 

¿Ud. NO es un buen amigo secreto?

 

1.- ¿Cuando oye hablar del juego del amigo secreto, se hace el desentendido?

2.- ¿Se ha prometido a sí mismo que este año no va a jugar, pero llegado el momento no es capaz de negarse?

3.- ¿Al momento de sacar la ficha, lee el nombre y de inmediato lo cambia alegando que sacó su propia ficha, cuando en realidad sacó al jefe?

4.- ¿Cuándo fijan el monto mínimo del regalo, siempre le parece elevado, pero nunca lo dice?

5.- ¿Se siente culpable cuando encuentra una chocolatina importada en su escritorio, porque usted, hasta ese momento, no ha dado nada. Aún así la disfruta a escondidas?

6.- ¿Nunca se acuerda de comprarle un detalle a su amigo, y le toca comprar a las carreras un pandebono en la tienda?

7.- ¿Se siente “haciendo el oso” de solo pensar que lo descubran poniendo el detalle (el pandebono) en el escritorio de su amigo secreto?

8.- ¿No hace ningún intento por tratar de averiguar quién es su amigo secreto y, llegado el momento de adivinar, jamás lo logra?

9.- ¿A la hora de comprar el regalo (si es opción libre) se estresa buscando algo adecuado, y al final opta por “un bono” que no alcanza para comprar nada adecuado?

10.- ¿Llegado el momento de descubrir al amigo secreto, a usted lo identifican de inmediato porque es el único que regala pandebono, como detalle?

Si contestó, al menos, un “sí”, Ud. no es un buen amigo secreto. Si contestó sí a todas las preguntas, ponga cuidado porque no es raro que en la oficina no lo consideren un amigo secreto, sino un potencial “enemigo público”.

Aprovecho la oportunidad para desear una FELIZ NAVIDAD a todos los amigos secretos que han acogido con generosidad mis artículos y un 2013 próspero en salud y proyectos. 

 

Eduardo Figueroa Cabrera (Twitter: @figueroacabrera) (http://efigueroacabrera.wordpress.com/)