El tráfico ilegal de fauna silvestre hace parte de las tres actividades ilegales más lucrativas, después del narcotráfico y la trata de personas. Cali y el Valle del Cauca no son ajenos a este flagelo que acaba con los ecosistemas y la riqueza de fauna de la región. Tan solo el fin de semana, durante un operativo conjunto entre la Policía ambiental y el Dagma en residencias y centros de venta de animales domésticos se decomisaron 16 individuos cuyo comercio está prohibido.
Según Harry Cataño, médico veterinario del Dagma, en las últimas semanas han ingresado al hogar de paso de esta entidad, un número sustancial de animales de fauna silvestre que se han incautado con ayuda de la policía en diversos operativos y entregas voluntarias de la comunidad. En promedio llegan mensualmente más de 150 animales, que llegan de todas partes del territorio nacional. Animales que no deben ser utilizados como mascotas y que pueden representar un latente peligro para las personas que los puedan tener.
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En el hogar de paso se encuentran primates que vienen desde la costa, desde la Amazonía y de la zona pacífica, que se ve muy afectada por este flagelo. Son animales que por su apariencia llamativa, la gente piensa que los puede tener como mascota; pero el ocelote en algún momento va a sacar el felino salvaje que tiene interno y puede llegar a causar mucho daño.
El llamado es puntual y enfático, hacia el cuidado de nuestros recursos naturales. Desafortunadamente la gran mayoría que se encuentran en el hogar de paso, no puede regresar al hábitat natural, porque muchos de esos animales fueron adquiridos cuando estaban pequeños, por lo que se han adaptado a la presencia del ser humano y a los hábitos que este les condiciona. No hay nada más bonito que ver las tardes de los farallones de Cali con las bandadas de las loras volando. Realmente es muy triste que el egoísmo de las personas lleve a estos animales a esta situación, afirmó Harry Cataño.
Los más traficados
Colombia es el segundo país más biodiverso del mundo, solo superado por Brasil, lo que lo convierte en un atractivo lugar para este delito. Camaleones, boas constrictor, tortugas, tigrillos, monos pigmeos, en línea roja de extinción, loros y guacamos, monos tití y araña son algunas de las especies más traficadas y que se venden en el mercado negro entre 300.000 y hasta diez millones de pesos.
Los departamentos más afectados por tráfico ilegal son Sucre, Caldas, Antioquia, Bolívar y Córdoba.
Para 2019, la Policía Ambiental incautó 18.409 especies y en lo que va de 2020 llevan más de diez mil. Sin embargo, para las autoridades las incautaciones solo representan el 10 por ciento de todo este movimiento.