En la noche del pasado jueves 11 de julio, fueron asesinados dos militares y otros dos resultaron heridos, los hombres pertenecían a un pelotón agregado operacionalmente al Batallón Boyacá. Mientras los militares se movilizaban en una patrulla fueron emboscados en la vereda Llanazara, del corregimiento de Santa Rosa, municipio de Cumbitara, Nariño. Entre las víctimas se encuentra el sargento segundo Jonathan Verdugo Vargas, oriundo de Bogotá, y del soldado Alex Daniel Irua Tutalcha, de Chita Ladera Cumbal, Nariño.
De acuerdo con un comunicado oficial del Ejército Nacional, los responsables de este lamentable hecho serían integrantes del frente 29 de las Farc. Sin embargo, Guillermo Botero, ministro de Defensa de Colombia, aseguró a La FM que es muy prematuro para comenzar a hacer especulaciones y que prefiere esperar los resultados de la investigación para así poder informar a la opinión pública lo que ocurrió.
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El jefe de cartera precisó en el mismo medio que “al vehículo le colocaron explosivos, hubo ráfagas de fusil y generó este hecho, que es un hecho lamentable". Además, agregó que cuatro uniformados más se encuentran desaparecidos tras la emboscada.
En estos momentos, tropas en apoyo se encuentran en el lugar de la emboscada con el fin de esclarecer los hechos ocurridos, brindar apoyo y retomar el control y la seguridad del territorio.
Por su parte, el Comando de la Vigésima Tercera Brigada expresa sus condolencias y lamenta profundamente este hecho que enluta al Ejército y a las familias de los uniformados que perdieron la vida.
