El jefe de Gobierno de Uruguay José Mujica atendió a un indigente que le pedía limosna en plena calle cuando respondía a una entrevista de los medios de comunicación. Mujica sacó su cartera, le dio un billete porque monedas no tenía y regañó al buen hombre que lloraba desconsolado: "¡No llores, carajo!".
El presidente de Uruguay, José Mujica, fue protagonista de otro gesto de humildad, al dar un billete a un mendigo que lloraba porque el presidente le diera unas monedas, cuando el mandatario se encontraba en una entrevista para medios de comunicación.
En plena calle, Mujica se paró a atender a los periodistas que vieron cómo un hombre, de forma repentina, en medio de las preguntas, se entromete y le dice con voz llorosa: «¿Pepe, me dejas una moneda para comer algo?». El presidente de Uruguay mira al hombre y, sin inmutarse, le contesta: «Sí, pero si me lloras no».
Rápidamente, el entorno del «Pepe» grita al hombre para que se acerque a ellos. Y Mujica les indica: «Ayudadlo». El mandatario vuelve a mirar a los periodistas para continuar respondiendo a las preguntas pero, poco después, el indigente aparece de nuevo. «Una moneda, Pepe», le reclama.
Mujica le mira, coge su cartera y busca. «Mira hermano, moneda no tengo... ¡Pero no llores, carajo!», le dice al escuchar los sollozos del indigente mientras saca un billete de 100 pesos uruguayos (4 euros) que entrega al hombre con un cariñoso gesto.
El mendigo, entonces, se calla sin saber qué hacer. Hasta que de repente suelta: «¡Quiero que seas presidente toda la vida!». «¡No, no loco!», contesta Mujica con una sonrisa en la cara, rodeado de los periodistas que también ríen.
