Se han imaginado ¿Cómo era la vida sin energía eléctrica? Hoy 14 de febrero, además de celebrarse San Valentín, se celebra también el Día Mundial de la Energía, con el objetivo de reconocer la importancia que representa la energía para nuestra vida cotidiana y a su vez, con el fin de promover el uso de fuentes renovables disminuyendo el consumo de energías basadas en combustibles fósiles como el carbón o el petróleo.
La energía se ha convertido en la fuerza vital de nuestra sociedad, de la que depende la iluminación de los hogares y exteriores, el calentamiento y refrigeración de las casas, el transporte de personas y mercancías, la obtención y preparación de alimentos, entre otras.
Sin embargo, llegar hasta este punto y gozar de la facilidad, practicidad y comodidad para realizar todas las tareas cotidianas, ha sido un largo proceso con repercusiones contraproducentes. Hace poco más de un siglo, las principales fuentes de energía eran las fuerzas de los animales y del hombre, y para obtener calefacción se quemaba madera. Tiempo después, el humano creó algunas máquinas con las que se aprovechaba la energía hidráulica y eólica como los molinos de agua o viento para triturar los cereales. Posterior a esto, junto con la máquina de vapor llegó el gran desarrollo industrial y tecnológico que ha cambiado drásticamente las fuentes de obtención de energía.
Ahora, el desarrollo de un país está ligado a un creciente consumo de energía de combustibles fósiles cuyo uso industrial genera contaminantes químicos y físicos perjudiciales para la salud, tales como; radiaciones electromagnéticas, arsénico, plomo, benceno o uranio.
Según Naciones Unidas, más de un tercio de la población mundial no tiene acceso a las formas avanzadas de energía, y 30 países más desarrollados del planeta, que representan un 15% de la población total, consumen más del 60% de estas formas modernas de energía. Se calcula que, aproximadamente, el 80% de la energía se produce a partir de combustibles fósiles, un 36% de ésta proviene del petróleo y solo un 2% deriva de energías renovables.
El consumo de energía es uno de los grandes medidores del progreso y bienestar de una sociedad por lo que un modelo económico como el actual, cuyo funcionamiento depende de un continuo crecimiento, exige también una demanda igualmente creciente de energía.
No obstante, puesto que las fuentes de energía a partir de combustibles fósiles son finitas, es inevitable que en un determinado momento la demanda no pueda ser abastecida y todo el sistema colapse, a no ser que se generen nuevos procesos, metodologías y técnicas para desarrollar fuentes de energía.
Por otra parte, el empleo de las fuentes de energía actuales tales como el gas natural, el petróleo o el carbón, acarrea consigo problemas como la desertización, la erosión y contaminación del planeta; con el aumento de gases de efecto invernadero, ocasionando daños irreversibles en el medio ambiente, ejemplo de ello es el cambio climático.
Por este motivo, este Día Mundial de la Energía debe servir para concienciar a la sociedad de la importancia del uso racional de energía y de la obtención de la misma a través de fuentes limpias que la naturaleza ofrece, como el sol y el agua.