Stephane, una residente de Monroe, Washington, descubrió a Finn, un hermoso gato perdido que estaba jugando en un área industrial y, al notar que era una mascota muy amable y que llevaba un collar, decidió llevarlo a casa.
Fue ahí donde Stephane encontró un microchip que revelaría los datos de contacto del dueño real de Finn, quien sorpresivamente se encontraba a 2,000 de kilómetros de distancia, más específicamente en Minnesota, estado que se encuentra a 24 horas en carro de Washington.
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Su familia llevaba 2 meses sin saber nada de Finn, luego de que se extravió después de un paseo en su barrio, cuando su tutora recibió la llamada de Stephane se asustó mucho al imaginar que tal vez algo malo había sucedido, pero a la vez se llenó de esperanza al tener información de su gato.
La noticia del regreso a casa de Finn ha generado gran asombro y felicidad, ya que nadie puede explicar cómo logró recorrer semejante distancia sin ningún accidente o contratiempo. Los dueños de Finn, aún atónitos por lo ocurrido, se preparan para recibir a su amado gato y descubrir cómo fue su increíble travesía, solo que en esta ocasión el largo viaje será en avión.
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¿Cómo llegó Finn hasta aquí?
Las teorías sobre cómo el gato perdido pudo recorrer más de 2,000 km y cruzar varios estados son muchas. Algunos especulan que pudo haberse subido a un camión o un tren que lo llevó hasta el otro estado, mientras que otros creen que su instinto de supervivencia lo guio en esta épica aventura.
Lo cierto es que la historia de Finn es un recordatorio del increíble vínculo entre humanos y animales.
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