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Dikembe Mutombo: El gigante humanitario y leyenda del baloncesto

Dikembe Mutombo: El gigante humanitario y leyenda del baloncesto

Tomado de @dofficialmutombo.

El mundo despide a Dikembe Mutombo, uno de los jugadores más icónicos en la historia de la NBA y un ejemplo de vida fuera de las canchas. Nacido el 25 de junio de 1966 en Kinshasa, República Democrática del Congo, Mutombo se destacó no solo por su imponente presencia física en el baloncesto, sino también por su inquebrantable compromiso con las causas humanitarias.

Hace unas horas, el basquetbolista congoleño-estadounidense falleció a los 58 años.

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Asimismo, Mutombo llegó a la NBA en 1991 tras ser seleccionado en la cuarta posición del draft por los Denver Nuggets. A lo largo de sus 18 años de carrera, jugó en varios equipos, incluyendo Atlanta Hawks, Philadelphia 76ers, y Houston Rockets. Conocido por su capacidad para bloquear tiros, ganó el premio al Mejor Defensor del Año en cuatro ocasiones, un récord que habla de su tenacidad en la cancha.

Igualmente, su característico gesto de negar con el dedo tras un bloqueo se convirtió en una imagen icónica del deporte.

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Labor social combinada con la destreza en la NBA

A su vez, fuera del baloncesto, Mutombo fue un verdadero gigante del humanitarismo. Fundó la Fundación Dikembe Mutombo en 1997, centrada en mejorar la salud, la educación y las condiciones de vida en su natal Congo. La construcción del hospital Biamba Marie Mutombo, uno de los centros médicos más importantes en el país, fue uno de sus mayores logros. A través de su trabajo, salvó miles de vidas y ofreció esperanza a comunidades que enfrentaban inmensas dificultades.

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A pesar de su éxito en la NBA, Mutombo nunca olvidó sus raíces y trabajó incansablemente para mejorar la vida de los más necesitados. En 2009, fue incluido en el Salón de la Fama del Baloncesto, un merecido reconocimiento tanto por sus logros deportivos como por su labor humanitaria.

Finalmente, Dikembe Mutombo deja un legado imborrable. Como atleta, fue un defensor implacable; como ser humano, fue un defensor de los derechos y bienestar de los más vulnerables. Su vida, llena de generosidad y pasión, continuará inspirando a futuras generaciones dentro y fuera del deporte.

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