Un teniente del INPEC, se habría quitado la vida minutos después de recibir su turno en la cárcel de máxima seguridad de Palmira, ubicada en la calle 23 con carrera 35.
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Se trata de Harold Álvarez, quien era el padre del niño de 11 años que murió a finales de agosto, por las heridas que le produjo una explosión de una polvorería en Roldanillo.
De acuerdo con las primeras versiones, los hechos ocurrieron en horas de la mañana del pasado viernes, 23 de septiembre; cuando el hombre recién recibía su turno y aprovechó la soledad del hospedaje casa fiscales del penal y acabó con su vida, disparándose con su arma de dotación.
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Según el medio de comunicación El Norte Hoy, el hombre habría publicado en sus estados de WhatsApp "Dios perdona mis pecados y llévame a estar con mi hermoso hijo".
Cabe recordar que, el niño de 11 años, resultó con quemaduras en el 90% de su cuerpo, a causa de la explosión de una polvería en el barrio La Asunción de Roldanillo; por lo que, fue atendido inicialmente por el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Roldanillo.
Luego, lo trasladaron al Hospital Universitario del Valle, en donde por la gravedad de sus heridas, falleció.
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