La lideresa Rossana Mejía, consejera mayor de la Asociación de Consejos Comunitarios del Norte del Cauca; fue blanco de un atentado por parte de hombres armados que llegaron hasta su vivienda, ubicada en la vereda Santa Rosa, y dispararon en repetidas ocasiones.
Tras el tiroteo con el que, al parecer, pretendían acabar con su vida, destruyeron un ventanal; pero no lograron herirla ni a tres de sus familiares que se encontraban en el lugar. Sin embargo, anunció que, para salvaguardar su vida, tuvo que abandonar el norte del Cauca.
En diálogos con Blu Radio, la lideresa indicó que “eran aproximadamente las 11:15 de la noche, nos encontrábamos descansando y escuchamos los impactos de bala sobre la pared y la ventana, exactamente hacia el cuarto donde yo estaba. Todo fue un silencio rotundo. todo quedó en tinieblas, yo logré resguardarme, aunque sigo con el aturdimiento del sonido de las balas”.
Asimismo, dijo al mismo medio que “yo creo que me mataron los parásitos porque despertaron el león que hay en mí. El cimarrón es ranchado, los abuelos dicen que el buen modo saca el cimarrón del monte y si uno analiza la palabra, pues cuando es a las patadas, el cimarrón se rancha y no me voy del país. Estaré fuera del norte del Cauca, pero con mi cuerpo y mi cabeza presenta allá, ejerciendo mi labor”.
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Cabe resaltar que Rossana Mejía tiene más de 28 amenazas que han sido denunciadas ante la Fiscalía. Por esto, asegura que es un misterio saber quién fue el responsable del atentado. Además, hace pocos días, ella habría manifestado su inconformidad sobre las invasiones de predios y enfrentamiento por parte de indígenas en la región.
“Yo tengo un récord de amenazas por autores diversos que han sido de forma directa por panfletos, llamadas o mensajes de texto; hace unos dos meses apareció otra amenaza por el lado de Suárez donde se me menciona de forma directa por el tema del Pacto Histórico y todos los trabajos que se hacen en ese sentido”, agregó Rossana al mismo medio.
La lideresa fue enfática en que “hace ocho días hicimos una denuncia pública ante la Personería por un hostigamiento que sufrió la concentración de nuestra gente en Caloto; donde estaban en asamblea permanente por el tema de liberaciones”.
Finalmente, Mejía confirmó que, tras las amenazas, cuenta con un esquema de seguridad de la Unidad Nacional de Protección que, en los últimos meses, ha sido blanco de cambios; y, aunque tiene dos escoltas que se supone deberían permanecer con ella, explicó que se iban cuando la dejaban en su vivienda.
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