En junio de 2021 se reportó que un grupo de hombres fuertemente armados, llegaron a la vereda de Sabaleta y se llevaron por la fuerza a tres hombres; quienes serían identificados como Javier Mauricio Palomino de 46 años, su hijo Juan Fernando de 27 años y José Ignacio padre de Mauricio.
Conforme a esto, tras el paso de 8 meses, ambos integrantes de la familia Palomino fueron encontrados en una fosa común ubicada en Buenaventura; según el reporte de las autoridades, los hechos fueron cometidos por integrantes de la columna Jaime Martínez.
Respecto a los responsables del secuestro en Sabaleta, Diana Hernández, directora Seccional del Valle, manifiesta que; el Gaula perteneciente a la Armada Nacional, en compañía del cuerpo técnico de información, realizan actividades investigativas direccionadas por un fiscal especializado de Buenaventura.
Entorno a esta investigación, se identificó la participación de James Bonilla, alias ‘Camacholis’ y Alexander Alomía, alias ‘Care Trapo’; quienes pertenecen al grupo delincuencial ‘Jaime Martínez’, de las disidencias de las FARC.
Según un informe presentado por las autoridades, los autores mantendrían contacto con las familias de los secuestrados; exigiéndoles un monto de 200 millones de pesos por su liberación.
La familia Palomino manifestó que habrían hecho un primer pago por 100 millones de pesos, por los que liberaron a José Ignacio; tras darse la liberación del señor, se hizo un segundo pago de 150 millones de pesos, con el que se esperaba la liberación de Mauricio y Juan Fernando.
Sin embargo, pese a efectuarse dicho pago, no se volvió a saber nada de los dos hombres, hasta el pasado 10 de febrero; cuando se encontraron en una fosa común en Buenaventura.
Implicados ya estarían en prisión
Los implicados en el secuestro y homicidio de Mauricio Palomino y Juan Fernando Palomino, fueron capturados el pasado 04 de octubre de 2021; esto a causa de una operación realzada por el CTI, de verificación de antecedentes.
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Cuando los oficiales solicitaron los documentos de ambos sujetos, dieron cuenta que tenían una orden de captura vigente por el Gaula de la Policía; por el secuestro del propietario del balneario, su hijo y su nieto.
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