Desde el año 1.989, el número de asesinatos en la ciudad de Cali no bajaba de 1.000 por año; por esto, el año inmediatamente anterior marcó un precedente ya que se registraron 982 muertes violentas.
Sin embargo, esta cifra se vio empañada por los primeros días del año; ya que siete personas fueron asesinadas en la madrugada del 1 y 2 de enero.
Uno de estos casos, se trató de un doble homicidio ocurrido en el barrio Marroquín; donde, según las autoridades, una de las víctimas fue asesinada sobre la silla de ruedas que utilizaba para transportarse.
El comandante de la Policía de Cali, el coronel José Daniel Gualdrón, indicó que la mayoría de estos homicidios; fueron por hechos de intolerancia y el consumo de licor.
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“Cinco de las víctimas presentaron heridas con armas de fuego y los dos restantes, con armas blancas. Tres personas fueron capturadas como presuntos responsables de algunas de estas muertes violenta que se presentaron, principalmente, en el Distrito de Aguablanca y Siloé”, indicó Gualdrón.
Por su parte, el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, asegura que confía que este año se reduzcan aún más los homicidios; con mayor presencia de las autoridades y una inversión mayor en seguridad.
Ospina explicó que “es un plan que consiste en cuatro fases de ejecución, iniciando con el reforzamiento de las unidades de la Policía Judicial, la elaboración de estrategias de mayor presencia de funcionarios de la Secretaría de Bienestar en los territorios; la creación de una cultura y educación sobre la paz y mayor inversión en el equipo de apoyo tecnológico para monitorear en tiempo real, la situación de orden público en Cali”.
Cabe resaltar que una de las metas para este 2023 por parte de la Alcaldía, es aumentar los días con cero homicidios y cerrar este año con menos de 800 asesinatos en Cali.
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