Según el reporte oficial, el cadáver del funcionario público de 38 años fue encontrado en un cañaduzal en el kilómetro 3 de la vía a Tuluá, centro del Valle. De acuerdo con la inspección técnica forense, no presentaba señales de violencia.
Una vez fue realizado el hallazgo del cuerpo, los peritos forenses encontraron junto a él una botella de agua que contenía un líquido amarillento.
Según indicó el coronel Guillermo Carreño, comandante de la Policía de Tuluá, a El Tiempo, esto hacía pensar en la hipótesis de un posible suicidio por envenenamiento, pero la Fiscalía aseguró que van a esperar los resultados de la necropsia por parte del Instituto de Medicina Legal del Roldanillo para proceder en la investigación.
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Julián Andrés Camargo Posada trabajaba con la administración municipal desde hacía tres años; también era partícipe de una agrupación musical reconocida en la localidad. De acuerdo con el testimonio de uno de sus familiares, el día anterior a su desaparición, él había tomado la decisión de irse de su casa en donde vivía con su esposa y sus hijos.
Camargo el mismo día que decidió irse, realizó una llamada de despedida a su compañera sentimental, lo que aumentaría las probabilidades de que haya sido un suicidio.
Algunos familiares testificaron ante Blu Radio, que el funcionario habría tenido personas que lo habrían impulsado a tomar la determinación de acabar con su vida.
La Fiscalía Seccional continuará la investigación preliminar para establecer las razones de la muerte del director del Sisben en esa localidad del departamento.
Este domingo se llevaron a cabo las honras fúnebres del funcionario, su cuerpo permaneció en el coliseo municipal de Roldanillo.
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