Ante el anuncio realizado por el Presidente Juan Manuel Santos en el que se suspenden los diálogos de paz temporalmente debido al secuestro del General Rubén Darío Alzate y otras dos personas, 90minutos.co consultó al Doctor en Ciencias Políticas, Harold José Rizo, para realizar un análisis de la situación.
Los voceros de las Farc aseguraron que ellos son una delegación dedicada al proceso de paz, y por esto no pueden tomar decisiones en cuanto a la guerra y la situación de los tres secuestrados. ¿Qué significado tiene la posición de las Farc en cuanto a esta situación?
La posición de las Farc en este tema general la sensación de que las personas que están en La Habana no tienen realmente todo el control de la situación de las Farc en el país, de todos los frentes. Eso es grave porque entonces cuál es la credibilidad que se le puede dar a los diálogos, si los unos están allá y no pueden influir sobre los que están aquí, y los que están aquí hacen toda clase de desmanes. No se sabe a ciencia cierta a quien creerle.
Sin embargo yo estoy seguro de que ellos no están totalmente desligados, de que pueden influir en ciertas decisiones de los frentes. A mí me parece que el proceso está en riesgo de perder credibilidad, pero no quiero decir que esté en gravísimo peligro. Creo que podrán rectificar las acciones de sus compañeros.
¿Qué debe hacer al gobierno en este instante?
El Presidente Juan Manuel Santos tomó una decisión que le comunicó al país: los diálogos no se han terminado, se suspenden hasta que las Farc demuestren voluntad de paz y de cumplimiento de los acuerdos. Yo creo que ante esta situación debe haber un buen manejo por parte del Presidente y la delegación del gobierno en La Habana para buscar una solución, que debe llegar en algún momento.
¿Cuáles serían los efectos de terminar definitivamente el proceso de paz?
Si los diálogos de paz se terminarán definitivamente en este momento, sería una frustración para el país, porque seguiría sumido en una guerra sin final, sobre todo en una situación que altera completamente la vida nacional. Todos deberíamos anhelar que se llegue a un final feliz en estas situaciones de diálogo, aun cuando haya que sacrificar muchas posiciones por parte del gobierno y la sociedad en general.
¿Quiénes se verían beneficiados y afectados con el cese del proceso de paz?
Yo creo que nadie se vería beneficiado, ni el gobierno, las Farc o la sociedad colombiana en general porque a ninguno de los tres le conviene que continuemos en la confrontación de más de 50 años. Si el proceso se terminara en este momento, ¿cuándo lo volveríamos a reiniciar? ¿Bajo qué condiciones? Lo que sucede es que la guerrilla de las Farc no ha entendido la coyuntura histórica de este proceso, y no han entendido que no debe repetirse la experiencia que se vivió en El Caguán. Lo mejor que les puede pasar es un acuerdo de paz donde pueden reivindicar algunas de sus posiciones e integrarse a la vida nacional en condiciones honorables.
¿Bajo qué condiciones debe seguir el proceso de paz en caso de ser reanudado?
Las condiciones para continuar el proceso son muy sencillas: voluntad de paz por parte de la guerrilla y que el gobierno esté dispuesto a hacer sacrificios para conseguir que la paz se consolide.
En esta coyuntura inmediata del tema del secuestro, se espera que los delegados de las Farc en La Habana logren ordenar que se liberen los militares que están en este momento retenidos por ellos. No se justifica que cuando se esté negociando una paz, se continúen realizando acciones que rompen el proceso que se está adelantando.
¿Qué debería hacer el gobierno en cuanto a la solicitud de un cese bilateral al fuego?
En realidad, lo mejor que podría ocurrir es un cese bilateral al fuego, porque negociar en medio del conflicto fue lo que se intentó en El Caguán y se tuvieron malos resultados, porque se cometieron acciones que terminaron por romper el proceso.
Las Farc hacían y deshacían aprovechando la impunidad que les brindaba ese espacio libre para ellos. El gobierno no puede cruzarse de brazos y dejar que hagan lo que quieran, porque si las Farc atacan una población la obligación del estado es responder ese ataque. Si se comprometen en que ninguna de las dos partes va a iniciar una acción, habría aun respiro para la población en general.
Cese al fuego, un tema determinante para los analistas políticos
A pesar que los analistas coincidieron en que las Farc tienen voluntad para continuar los diálogos hubo opiniones divididas sobre la decisión de suspender el proceso de La Habana.
La suspesión del proceso de paz fue analizada por un politólogo
Guido Hurtado, un estudioso del conflicto armado, explicó ante las cámaras de 90 Minutos, que el secuestro del General Alzate en el Chocó es una consecuencia lógica de la decisión de negociar sin un cese al fuego.