La lucha detrás de la sigla T

Por:  Laura Quintero (@lau416), Laura Rojas (@isa_r00) y Catalina Escarria (@catalinaescarriac)

Trabajo periodístico realizado por estudiantes del taller UAO - 90 minutos

En Cali las personas de la comunidad LGBTIQ+, específicamente las mujeres trans siguen siendo vulneradas y asesinadas. En lo que va del 2023 en Cali se han registrado 2 casos de transfeminicidos; el 26 de febrero, Shaina Vanessa, mujer trans de 28 años y lideresa afro fue encontrada muerta en zona boscosa en el barrio el Poblado 2 de la ciudad. El 23 de abril, por un acto de intolerancia Antoni Oliver fue asesinada en la avenida sexta, barrio la Flora.

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Según el informe de la Corporación Caribe Afirmativo, que desde el 2007 tiene registro anual sobre violencia, 127 personas LGBTIQ+ fueron asesinadas en el 2022 de las cuales, según el informe, “en el 62% de los casos, las víctimas eran hombres homosexuales o personas con experiencias de vida trans”.

Las mujeres trans, son aquellas personas que nacen con la asignación de sexo masculino, pero que se sienten identificadas con el género femenino; este grupo, se caracteriza como parte de comunidad LGTBIQ+. La letra T, en este conjunto de siglas que representa a las personas transformistas, travestis, transgeneristas y transexuales.

Algunas de las problemáticas que estas personas viven en carne propia son los transfeminicidios. De acuerdo con el Observatorio de Derechos Humanos Caribe Afirmativo, en el 2022 fueron asesinadas 24 mujeres trans, 8 denunciaron haber sido víctimas de violencia policial. 95 recibieron amenazas. Los departamentos con más casos son el Valle del Cauca y Antioquia.

Por otro lado, la discriminación sigue presente en las calles de Cali y se manifiesta en Transfobia. De acuerdo con un estudio de la Universidad del Valle realizado en el periodo comprendido entre los años 2021-2022 “6 de cada 10 mujeres trans en Cali han sido víctimas de discriminación, y agresión verbal y física en lugares públicos”.

Transfobia hace referencia al rechazo social, marginación, y comportamientos violentos que vulneran los derechos de la comunidad Trans.

 Paulina Chavarro, mujer trans, directora del Colectivo Trans y activista de Cali ha sido víctima de discriminación policial y transfobia en lugares públicos de la ciudad. En diferentes ocasiones sus derechos fueron vulnerados por identificarse como mujer trans, fue golpeada, acosada y abusada sexualmente.

“Yo fui víctima de violación y muchas veces quise establecer denuncias y no me paraban bolas, porque los policías me decían que eso me gustaba” expresa Paulina Chavarro.

Así mismo, los derechos de Paulina Chavarro también fueron vulnerados en el Sistema de Salud Pública, con restricciones para el ingreso y atención óptima de médicos profesionales.

En aspectos de servicios de salud integral y óptima para toda la comunidad LGBTIQ+ las críticas se hacen evidentes en la falta de rutas, procedimientos e información de orientación en los procesos de transición de esta población. Según el Observatorio Ciudadano trans de Santamaria Fundación entre el 2010 y el 2021 el Valle del Cauca, a 54 mujeres trans se les negó el acceso de servicios correspondientes a la salud pública; por esta misma causa, durante este periodo de tiempo, se presentaron 8 casos de fallecimiento de mujeres trans en la ciudad. 

Cada 31 de marzo Santamaría Fundación se toma espacios públicos de Cali para conmemorar su lucha en el día Internacional de las mujeres trans.

Pese a las actuales problemáticas que las mujeres trans enfrentan diariamente en la ciudad, las activistas y fundaciones trans, como Santamaria Fundación, son quienes toman la responsabilidad de orientar y ayudar a las mujeres trans que se encuentran en estados de vulnerabilidad, y en procesos de transición.

Ulises, reconocida en la comunidad trans como “alteza”, es quien ha enfrentado diferentes casos de violación de derechos humanos cometidos a las chicas trans que se han acogido bajo sus cuidados y autoridad. Debido a esto, ha sido la encargada de llamar a los familiares de cada una de ellas que han sido asesinadas o violentadas de alguna manera en las calles, y al mismo tiempo establecer una lucha para que puedan vivir de manera digna.

“Una vez fui a dictar una conferencia y una señora me decía “es que ustedes se han robado estos espacios” y yo le respondí que nos lo habíamos ganado a punta de sudor, sangre y lágrimas”, afirma Ulises Medina.

Algunas de las estrategias públicas que se han implementado actualmente para ayudar a la comunidad LGBTIQ+ en la ciudad son: Patrulla Purpura, Consultorios Rosa, y las líneas de atención para violencia de género de la Secretaría de Bienestar Social.