¿Fue Darío Gómez el creador de ‘Nadie es eterno en el mundo’?

¿Fue Darío Gómez el creador de ‘Nadie es eterno en el mundo’?

Por Gerardo Quintero Tello

Jefe de Redacción 90 Minutos

“Adiós a los que se quedan
Siempre les quise cantar
Suerte y que la gocen mucho
Ya no hay tiempo de llorar”

Una de las canciones más populares por estos días entre los fanáticos del recientemente fallecido cantante popular Darío Gómez es la inigualable ‘Nadie es eterno en el mundo’. Quizás no haya una canción que mejor identifique a este antioqueño juglar del pueblo que esta interpretación que le dio la vuelta al mundo.

Sin embargo, en los últimos días surgieron unas versiones que han inundado las redes sociales y han generado gran confusión entre los admiradores del artista: ¿Fue realmente Darío Gómez el compositor de ‘Nadie es Eterno en el mundo’?

Aunque parezca absurdo, luego de la muerte del cantante comenzaron a surgir versiones que indicaban que Darío Gómez no habría sido el compositor de una canción que se volvió icónica de la música popular colombiana.

Este tema que habla de esa última morada a la que todos llegaremos se convirtió en un clásico que se interpreta en velorios y sepelios y que terminó sustituyendo o complementado el nostálgico ‘amigo’, de Roberto Carlos. Sus versos dramáticos y simples calaron hondo en el alma popular de los colombianos y así, Darío Gómez se volvió un miembro más de las familias, un invitado en la tragedia y en la alegría, un soporte en la tristeza y en la desventura, un motivo más para ‘comprar la otra de guaro’.

‘Nadie es eterno en el mundo’ se escuchó por primera vez en la voz de Darío Gómez en 1989 y su éxito fue inmediato. De las cantinas pasó a las residencias, de allí a los conciertos y luego la canción comenzó a ser interpretada por cuanto trío o grupo musical callejero se contrataba en las esquinas.

De allí que el propio Darío Gómez había pedido con anterioridad que cuando él falleciera sus fanáticos se lo cantaran el día de su sepelio. En su última morada, el rey del despecho quería que esa gente que lo amó le interpretara ‘Nadie es eterno en el mundo’. No hacía falta la petición porque los miles de fanáticos no hicieron otra cosa que corear esta canción el día de la despedida del ‘Rey del despecho’.

Sobre cómo nació la canción, Darío contó que fue en una oportunidad  cuando se encontraba en una cantina en San Jacinto, Bolívar, tomando aguardiente con un amigo. Llegó la noche y en medio de la ‘prenda’ decidieron entrar a un viejo cementerio que quedaba frente al lugar. En ese momento, el sepulturero estaba desocupando un osario. Al ver los huesos tirados en el piso, su amigo Luis Ernesto lo retó: “Hombre Darío, ¿vos sos capaz de hacer una canción de esto?”, a lo que Gómez contestó: “Sí y se llamará Nadie es eterno en el mundo”.

Al poco tiempo Luis Ernesto falleció de un ataque de asma y el rey del despecho decidió apresurar la composición en homenaje al amigo que se había marchado para siempre.

Sin embargo, con el paso de los días a las redes sociales fueron llegando versiones que molestaron a miles de seguidores del artista. Alguien recordó que esa canción, ‘Nadie es eterno en el mundo’, fue interpretada por nuestro gran Tito Cortés, el ‘Ciclón del Pacífico’, quien vivió muchos años en Cali, ciudad en la que precisamente falleció en 1998.

La duda surgió al escuchar los acordes de Tito y la historia que se tejió y que a continuación les contamos en 90 minutos.

Según el rumor que corrió en las redes sociales, la canción, con el mismo título y letra, figura en un disco larga duración  de Tito Cortés de finales de los años 50, casi treinta años antes de que Darío Gómez empezara a componer y cantar en 1985; disco cuya carátula y canciones verificaron en la taberna Evocación, el famoso sitio que cerró por la pandemia y que quedaba en la Calle 5 con Carrera 19 esquina. Según esta versión, don Dago, a pedido de un cliente, sacó un disco de Tito Cortés, que contendría una versión de ‘Nadie es eterno’, de 1950

Y así surgió el debate. Nos dimos a la tarea de buscar la discografía de Tito Cortés y no aparece registro de un disco suyo de 1950 que se llame ‘Nadie es eterno’. Consultamos esta versión con un experto musicólogo como lo es el periodista Óscar Jaime Cardozo, quien ya había escuchado sobre estos rumores.

Oscar habló directamente con Julio y Jardani Cortés, hijos del ‘Ciclón del Pacífico’, quienes le aseguraron que definitivamente el tema es autoría de Darío Gómez, quien autorizó a Tito para que grabara esta versión de ‘Nadie es eterno’, hecho que debió ocurrir a comienzos de los años noventa.

“Mi padre le pidió permiso a Darío para poder grabarla. Eso me confirmó mi hermano mayor, Hardany Cortés, quien  estuvo en la grabación en Fediscos, Ecuador”, fue la contundente respuesta de Julio Cortés al amigo y colega Óscar Jaime Cardozo.

La confusión pudo ocurrir ya que evidentemente Tito fue un cantante que surgió en los años cincuenta y que le llevaba a Darío Gómez una trayectoria superior a los treinta años. Es posible que a muchos no entendieran cómo un artista con tanto recorrido y éxito como Tito fuera a grabar un disco de un artista reciente en el mercado como era Darío Gómez.

Pero lo cierto es que Tito Cortés ya estaba en el final de su carrera y no era extraño que intentara sumarse al éxito que el artista antioqueño estaba teniendo con ‘Nadie es eterno’, un disco que tal vez hasta el propio ‘Ciclón del Pacífico’ esperaba que le cantaran el día de su despedida final, aunque durante esa triste jornada ‘Alma tumaqueña’ fue lo que se escuchó en su sepelio.

El colega Oscar Cardozo explica la aceptación que tuvo la composición de Darío Gómez porque “esa letra recoge una realidad, todos los seres humanos se identifican con ella, y ahora con la muerte de Darío vendrán más versiones”.

Y es que además de la interpretación de Tito Cortes, hay otras más que muchos fanáticos quizás no recuerdan. Por ejemplo está la versión de ‘Nadie es eterno’ que hizo el extraordinario charro mexicano Antonio Aguilar. Pero también hay una versión gaucha que hicieron los Hermanos Visconti. El famoso cantante ecuatoriano de música popular, Segundo Rosero, también quiso cantarle a ese destino final y como si fuera poco, la salsa no se quedó atrás. The Latin Brothers hizo una versión y tal vez la más conocida, la que hizo Tito Rojas, y que se volvió un éxito internacional.

Y es que fue tanto el impacto alcanzado por la canción de Darío que ningún artista fue indiferente a su letra y su mensaje. En todas las versiones y ritmos fue interpretada esta canción que tuvo su momento más emotivo cuando fue devuelta su creador en la paz de su tumba. Nadie es eterno será la canción por la que todos recordaremos al siempre eterno rey del despecho.

“No lloren por el que muere
Que para siempre se va
Velen por los que se queden
Si los pueden ayudar”

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