El pasado seis de marzo en Frisco, Estados Unidos, Carlos Arturo Izquierdo Méndez, se encontraba a la espera de iniciar una nueva batalla, que a diferencia de muchas otras, sería determinante para su vida.
Esta vez no se trataba de obtener un título, sino de abrir una puerta que lo llevaría directo a cumplir su sueño más grande: asistir a unos Juegos Olímpicos, y poder traer una medalla para su país.
Todo empezó con un saludo a su contrincante y la señal del juez, para dar inicio a los cuatro minutos más esperados para este deportista.
Concentración, agilidad y fuerza, fueron los tres elementos que permitieron que Carlos, siendo el competidor más joven y participando por primera vez en mayores, se llevara la victoria en la categoría de 74 Kilogramos de lucha.
Fue así como el múltiple medallista Panamericano y campeón de Juegos Centroamericanos juveniles, pudo clasificar a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, en donde participará el próximo 18 de agosto.
Entre risas y nostalgia, Carlos recuerda que cuando era pequeño solía decir “quiero ser como mi padre y mi tío, o tal vez, quiero ser mejor que ellos”.
Esta es una frase inolvidable para el campeón, pues su padre y su tío, quienes también han practicado lucha, eran su ejemplo a seguir.
Dichas palabras que Izquierdo repetía constantemente, no quedaron solo en sus labios, pues este guerrero ha sabido cómo seguir el camino de sus seres queridos, e incluso ser mejor que ellos.
Con 19 años de edad, Carlos Izquierdo es considerado como el luchador más joven en clasificar a unos Juegos Olímpicos, gracias a la actitud, perseverancia y optimismo, ha podido llegar muy lejos en su corta vida.
Izquierdo es una persona que desde pequeño ha crecido en una familia de deportistas, su madre karateka, su padre, su tío y sus hermanos luchadores, y por supuesto él a los nueve años de edad, también decidió continuar con este legado familiar.
Para el la lucha, no solo simboliza una pasión, sino que representa a su familia, y su vida entera. Los sueños de este deportista, también son los sueños de sus familiares, quienes han sido considerados como los mejores en la historia de la lucha colombiana.
Luis Fernando Izquierdo, su tío, asistió a los Juegos Olímpicos que se realizaron en Atenas, competencia en la que a pesar de su gran participación, no logró ganar una medalla para su país, motivo que más que una derrota para la familia, se convirtió en una de las razones por las que Carlos Izquierdo lucha cada día para lograr ese anhelo que más que propio, es un deseo familiar.
Además de esta razón, Carlos también recuerda que logró participar en los Juegos Olímpicos de Beijing en el 2008, en donde experimentó la derrota más grande de su vida, al estar cerca de la medalla de bronce, pero no poder alcanzarla, tras su derrota con el deportista que representaba a Georgia.
Es por esto, que ahora el luchador vallecaucano, puede decir que tiene ansias de ganar, y sabe muy bien que ha trabajado fuertemente para lograrlo.
Con tres entrenamientos diarios, uno a las 7:00 am, que es de preparación física, otro a las 10:00 am, en donde se realizan ajustes técnicos, y por último, uno a las 5:00 pm, que es el replanteamiento de los dos anteriores, Carlos Izquierdo Méndez, se encuentra optimista de ganar una medalla en Río de Janeiro.
No solo han sido los entrenos lo que le permite sentir esta confianza, sino también todos los sacrificios que ha realizado para alcanzar su meta, tal vez uno de los más grandes ha sido alejarse de su familia y su novia.
A pesar de esto, existe algo muy reconfortante para Carlos, y es poder contar en todo momento con la compañía de su hermano, quien es su entrenador.
Es así como Carlos constantemente vive en una lucha que ha ido ganando en familia, una lucha en la que a pesar de los golpes y las heridas, no quisiera terminar jamás. Una lucha que más que una batalla, es un sueño que puede compartir con su familia, su motor de vida.
Por: Andrea López, estudiante de la Universidad Autónoma de Occidente.
