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¡No James, no están solos!

¡No James, no están solos!

Después del juego ante Brasil, una de nuestra figuras, James Rodríguez, a quién, paréntesis, le estoy viendo algunas actitudes "Cristiano ronaldezcas", cierro paréntesis, dijo que hace tres días estaban solos y le pidió a la gente que apoyara. Me dio la impresión de que le estaba pasando "cuenta de cobro" al país por la euforia que generó el triunfo 1-0 ante los pentacampeones.

Con todo cariño le digo rotundamente, ¡no James, ante Venezuela no estaban solos! Es más, soy yo quien le pide a usted y a sus compañeros que no nos dejen solos. No hay derecho a que un grupo con las capacidades de Colombia muestre la actitud que tuvieron ante los venezolanos y, ojo, no hablo del resultado, porque en la competencia se gana o se pierde.

¿Sabe que ocurrió el domingo mi estimado James? Que ustedes se olvidaron del pueblo que no los dejó solos en la eliminatoria, ¿recuerda el partido del 3-3 ante Chile en Barranquilla?, ¿recuerda que desde las graderías la gente los animó como locos cuando vio la forma en la que ustedes mostraron ganas de empatar?... y empataron, ¿recuerda cómo la gente tapó la derrota ante Brasil con la famosa frase "fue gol de Yepes? No James, nadie los ha dejado solos. Lo que ocurre mi estimado y talentoso 10, es que ustedes no pueden salir con una actitud como la que tuvieron en el primer partido de la Copa América.

Lo que espera la gente, mi respetado creativo, es que muestren el talento que tanto nos emocionó este miércoles en el primer tiempo ante Brasil, lo quiere el pueblo es que saquen la verraquera de la segunda parte en la que se le plantaron a los brasileros; eso es lo que pide la gente mi encumbrado galáctico, nada más.

Solos no. Nadie los ha dejado solos, mi admirado compatriota. Lo que el pueblo espera es que ustedes no den balones por perdidos, que corran como los calificó Dunga, "como si tuvieran hambre", porque ¿sabe una cosa mi querido James?, este pueblo sí que conoce lo que es sentir hambre y jamás va a dejar solos a los pocos que pueden calmársela, así sea a punta de fútbol, y la única forma de saciar esa hambre, mi valorado conductor, es entregándose como varones tal como lo hicieron ustedes ante Brasil.