Las calles están completamente vacías, pero los bares, tiendas y locales están a reventar. El olor a cerveza combina con un ambiente expectante, que con el pasar de los minutos se vuelve más tenso.
Al iniciar el partido se siente un silencio sepulcral. Los hinchas del Nacional se mezclan con los del Cali y se escuchan los ¡Uy!, ¡Uf!, ¡Eso! Mientras la pelota baila de cancha a cancha inclinándose un poco más al lado ‘Azucarero’.
Cuando el Deportivo Cali estuvo cerca del majestuoso arco por primera vez y por un error no definió la jugada, se escuchó un grito al unísono cargado de energía contenida, seguido de aplausos y sonrisas mientras el eco de las calles llevaba un sonido opuesto.
“Velo, velo, velo” gritaban los hinchas paisas cuando la pelota estaba a su favor. Pero al mínimo error del equipo se siente la presión y es seguida por un instante de abucheos que rápidamente cesan por que el partido debe continuar.
Cerca de los 46 minutos del primer tiempo alcanzo a escuchar la palabra gol en boca de muchos, pero ésta momentáneamente cambia a manos en la cabeza y una que otra “palabrota” que libera la frustración.
El segundo tiempo muestra un panorama muy similar, como buenos paisas aunque el tiempo pasa no deja de sentirse el apoyo y cuando el partido se calma por momentos se escucha un “oh, oh, oh, mi Nacional” que los acompaña.
Curiosamente con los ‘Verdes de la Montaña’ sentados junto a los ‘Azucareros’, el encuentro deja un marcador igual de pacifico al comportamiento de la hinchada. Solo resta esperar por la conclusión del torneo en el próximo encuentro, que a Nacional le toca de local.
