Monseñor aseguro que no hay que tenerle miedo a una constituyente, una que sea la de la reconciliación y la paz, la de la soberanía recuperada, la constituyente de la bio- jurídica, la de las leyes que promuevan y protejan la vida humana y la ecología”.
Agrego que “nos apremia la paz de Colombia, ahora deslumbrada por una lucecita en la mesa de diálogos en la Habana entre la subversión y el estado”
Dijo también que” hay que acabar con el negocio de la muerte que tiene interés personales, grupales, o partidistas, todos tenemos que sumar en favor de la paz, no hay espacio para dividir o restar, sino para sumar y multiplicar en favor de la paz.
Monseñor dijo que “no hay espacio ahora para las dudas, para la apología de la guerra sin fin, ni de los bombardeos a nacionales, ni de los actos terroristas contra la fuerza publica ni la población civil, es hora de unir las voluntades todas en un mismo propósito, la no violencia, el dialogo, los acuerdos y la vinculación de todos en busca de un equilibrio social”.