Según alertó la Misión de Observación Electoral (MOE), en este momento hay 389 municipios en riesgo por violencia para estas elecciones, incluyendo al Valle del Cauca, Chocó, Putumayo, Caquetá, Guajira, Norte de Santander, Cesar y Arauca.
Las cifras significan un 35 por ciento de los municipios del país, 31 menos que en las pasadas elecciones de Congreso, con una reducción frente al 2007 del 32 por ciento, al 2010 del 7 por ciento y al 2011 del 13 por ciento. En el caso específico del Valle del Cauca, el riesgo por violencia en elecciones de senado y cámara alcanza a 23 municipios, incluyendo Tuluá que sufre de un riesgo extremo.
Mientras el riesgo por factores de violencia ha venido disminuyendo en los últimos procesos electorales, los riesgos indicativos de posible fraude electoral han aumentado sistemáticamente.
A juicio de la MOE, las autoridades deben concentrar amplios esfuerzos que impidan cualquier manipulación al electorado y a los resultados. Sin embargo el riesgo alto se incrementó en un 77 por ciento.
"Pareciera que lo que está importando hoy más no es la relación con la ilegalidad armada, sino con quien tiene poder económico legal o ilegal, con intereses territoriales, y que esos intereses se puedan traducir en el Congreso a través de leyes", declaró Alejandra Barrios, directora de la MOE.
