¿Y ahora qué viene? Es la pregunta que todos los colombianos se hacen en torno a lo ocurrido durante la jornada electoral del plebiscito de ayer, cuando los ciudadanos se opusieron a los acuerdos que buscaban el fin del conflicto entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las Farc.
El ‘día después’ está inmerso en una incertidumbre que cobija la arena política y que tiene a todos los actores partícipes de este hecho nacional en jaque.
En consecuencia, tras el sorpresivo desenlace, los ojos del mundo estaban puestos en la Casa de Nariño y como se esperaba a las 7:00 de la noche el mandatario salió a dar sus declaraciones públicas en las que a través de un corto discurso dijo estar dispuesto a buscar un acuerdo político con la oposición “Mañana mismo convocaré a todas las fuerzas políticas –y en particular a las que se manifestaron hoy por el NO– para escucharlas, abrir espacios de diálogo y determinar el camino a seguir”, reiteró Santos.
De la misma forma, Rodrigo Londoño Echeverri aseguró que pese a los resultados adversos para refrendar los acuerdos alcanzados en La Habana, ellos siguen en su intención de buscar la paz “Las Farc- EP mantienen su voluntad de paz y reiteran su disposición de usar solamente la palabra como arma de construcción hacia el futuro”.
Por su parte, el principal promotor de la oposición, Álvaro Uribe, manifestó en su discurso desde Rionegro Antioquia, su intención de contribuir a un gran pacto nacional “Queremos aportar a un gran pacto nacional. Nos parece fundamental que en nombre de la paz no se creen riesgos a los valores que la hacen posible: la libertad, la justicia institucional, el pluralismo, la confianza en el emprendimiento privado, acompañado de una educación universal, de calidad, como cabeza de la política social”.
Sin embargo, más allá de estas declaraciones desbordadas de buena voluntad, el inesperado triunfo del No tiene al país en un panorama de confrontación, polarización y debate que desde hace varios días incrementa el deterioro de la unidad nacional a raíz del plebiscito.
La Realidad
Todos los analistas coinciden en que el presidente Juan Manuel Santos se encuentra en este momento con las manos vacías, luego de no contar con el apoyo de los colombianos tras cuatro años de negociaciones y con más del 50% de su periodo presidencial cumplido.
Aun así, la situación no sería tan precaria si el mandatario lograra mantener a los partidos unidos en torno a la idea de encontrar una solución conjunta a la encrucijada y renegociar los acuerdos, revocando lo que por tantos meses anunció como imposible.
Otros que resultaron abofeteados sin siquiera haber entrado a la arena política son las Farc, y aunque Rodrigo Londoño dijo continuar con su voluntad de paz, lo cierto es que existe el riesgo de que la unidad de las Farc empiece a desmoronarse por cuenta de la incertidumbre.
Lo anterior se refuerza teniendo en cuenta que dentro del mismo grupo guerrillero existen sectores que desertaron a través de líderes con fuertes posiciones guerreristas como el caso de Jesús Santrich, que se manifiestan en total desacuerdo con el proceso de paz.
En consecuencia, la única opción que le quedaría al grupo guerrillero sería la de renegociar, pero ¿hasta qué punto estarían dispuestos a ceder? ¿A qué beneficios podrían renunciar? Quedan entonces estas interrogantes que serán los determinantes para la toma de decisiones en las que deberán mantenerse en la mesa con el gobierno o parar para tratar de influir sobre las próximas elecciones y renegociar con un nuevo gabinete.
Finalmente, el senador Álvaro Uribe, gran triunfador de la jornada electoral, tiene ‘la sartén por el mango’ en cualquiera de las determinaciones que tome, ya sea acoger el llamado del Presidente para forjar un acuerdo nacional o continuar dilatando cualquier tipo de negociación y fortalecerse de cara a las elecciones del 2018, siendo él quien logre acordar la paz con las Farc.
En todo caso, esta semana es clave para restar la incertidumbre de los colombianos quienes esperan decisiones, acciones y declaraciones, que permitan esclarecer de alguna forma el futuro del país.