Un grupo de agentes del CTI de la Fiscalía, la Policía Nacional y una de las personas capturadas; viajaron hasta una carretera destapada en la vereda Curutú Alto, en Segovia. En ese lugar, encontraron el cuerpo de un niño que, al parecer, sería Maximiliano Caro, desaparecido desde el 21 de septiembre en el municipio de Remedios.
El equipo especializado desenterró el cuerpo al lado de la carretera que fue acordonada y en la que los capturados; incluido el que viajó con las autoridades, señalaron el punto exacto donde esta secta habría dejado al niño de seis años como parte de sus ritos satánicos con el fin de encontrar unas supuestas minas de oro.
Esta información se obtuvo tras un interrogatorio a los seis capturados. Cabe resaltar que, entre ellos se encuentra la mamá del pequeño, su abuela materna, el padrastro conocido como ‘El Líder’ y alias Orejas, que sería el meditador; además de otras dos personas que hacían parte de la secta ‘Los Carneros’.
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“No puede pasar que los niños, niñas y adolescentes del territorio colombiano, que tienen un interés superior del Estado; se vean sometidos a actos tan atroces, tan inhumanos y tan violentos como lo que ha sucedido presuntamente con Maximiliano”, indicó la defensora del pueblo, Yucelly Rinción.
Finalmente, a las personas involucradas en la desaparición de Maximiliano, ya se les imputaron delitos como tortura, desaparición forzada y concierto para delinquir. Sin embargo, de confirmarse que el cuerpo pertenece al menor desaparecido, también les podrían imputar el delito de homicidio agravado.
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